Como creo que muchos de vosotros, sigo desde hace tiempo canales de videojuegos y blogs dedicados a los sistemas retro que ocuparon un hueco importante en mi infancia-adolescencia. Después de una temporada viendo análisis y comentarios varios, echo de menos en canales y tertulias sobre la Mega Drive algo de información o al menos una mención sobre el juego Herzog Zwei. Después de pensarlo unos días me he decidido a crear yo mi propio análisis.

Este juego marcó mi vida de jugón. Creo que fue de los primeros que alquilé y estaba totalmente equivocado con él. Le di a empezar y salio una nave de color naranja que podía controlar. La dirigí hacia arriba esperando encontrarme con oleadas de navecitas enemigas al estilo Shoot’em up. Pero cual fue mi sorpresa cuando vi que se me agotaba la gasolina y al llegar a cero la nave explotó y volvió al lugar de partida sin haberme encontrado en el camino a un solo enemigo. Entonces pensé: espera, espera, aquí hay que hacer alguna otra cosa.
Tras descubrir su funcionamiento se lo enseñé a mi padre, y se convirtió en el único juego que le gustó de la mega drive. Lo alquilamos algunas veces más hasta que mi padre y yo decidimos buscarlo por las tiendas y comprarlo. Tuvimos suerte porque el juego quedó descatalogado bastante pronto dentro de la vida de la consola de 16 bits de Sega. Como anécdota, un tío mío se compró la mega drive solo por jugar a ese juego, quedó maravillado cuando lo vio en mi casa y a él si que le costó horrores encontrarlo.

Herzog Zwei fue desarrollado por Techno Soft (menuda pedazo de compañía ahora que me doy cuenta) en 1989, y salió en 1990 en Europa. Es considerado como uno de los primeros juegos de estrategia en tiempo real y multijugador de la historia. Si investigáis por ahí (wikipedia básicamente), leeréis que para muchos analistas, Herzog Zwei sirvió de inspiración para el desarrollo de posteriores juegos de estrategia tan conocidos por todos como Dune 2, Command & Conquer y las sagas Warcraft y Starcraft. El juego no tuvo una acogida muy digna, pasó desapercibido. Yo creo que si hubiese salido unos años más tarde, se hubiera hablado más de él, aunque solo fuera por el boom de la prensa escrita sobre videojuegos.

En Herzog Zwei nos ponemos en la piel de uno de los dos ejércitos, libertarios o tiranos, naranja o azul respectivamente. En cada batalla deberemos destruir la base principal del enemigo al mismo tiempo que defendemos la nuestra. Existen además una serie de bases avanzadas más pequeñas que se pueden conquistar para obtener más dinero y poder utilizarlas para abastecernos y construir tropas.

Para ello contamos con una nave con la que podemos sobrevolar todo el mapa. Esta nave tiene la particularidad de que puede transformarse en robot terrestre (mech). Además, en la forma de nave puede transportar, de una en una, las unidades terrestres que vayamos fabricando.
Lo que condiciona el juego es que la base enemiga solo puede ser dañada con los disparos de nuestras unidades terrestres. Así que tenemos que construirlas, darles órdenes, llevarlas al lugar deseado y, si queremos, ayudarlas desde tierra con la forma robot. Pero claro, al convertirnos en mech nos hacemos vulnerables a los disparos de los tanques, motos, hombres y demás unidades del enemigo. Ser destruido implica reaparecer en la base principal y perder valiosos segundos de ayuda a nuestras tropas.
Además, nuestra nave tiene una carga limitada de fuel así que hay que tener cuidado de lo lejos que nos desplazamos. El fuel se puede recargar en cualquiera de nuestras bases.

Foto de la base principal y la nave. Las barras de arriba representan:

Tenemos un límite de 50 unidades a la vez en el escenario por cada bando. Son más que suficientes, es muy raro que llegues a tenerlas todas construidas, normalmente son destruidas con rapidez. Cada unidad tiene un coste en dinero, mayor cuanto más poderosa sea. El dinero nos aumenta a cada segundo, y la tasa de crecimiento es mayor cuantas más bases pequeñas controlemos. Cuando queremos construir una unidad, abrimos el menú, la seleccionamos junto a la orden que queramos darle y le damos a construir. Al completarse el proceso de construcción podemos ir a cualquiera de nuestras bases y recogerla.

El apartado con las características de cada unidad viene muy chulo en las instrucciones del juego. Para cada una de ellas nos vienen unas estadísticas, que incluyen coste, tiempo de generación, velocidad, poder, munición....

Infantería: Estos soldaditos son necesarios sobretodo para controlar las bases pequeñas. Necesitas introducir 4 de ellos en una para conquistarla. Son lentos pero sortean algunos obstáculos y lo mejor, no se quedan parados por falta de gasolina!

FWA: La moto. Muy rápida, ideal para un ataque veloz. Tienen poca gasolina y potencia de disparo pero para distraer al enemigo sirven.

AMR-51D: El blindado. Es la unidad equilibrada. Con un coste normalito tenemos un blindado veloz, con ataque y resistencia medios.

TAX-52: El tanque. Es buenísimo. Tarda mucho en construirse y es caro pero su potencia y resistencia lo valen. Al final solo construirás de estos.

SAM-42: Tanque antiaéreo. Es una lanzadera de misiles. Los misiles son el único arma que puede dañarnos en modo avión, son muy molestos.
Suministro: Camión de abastecimiento. Esta unidad es especial. Solo es posible aplicarle la orden de abastecer. Cuando una unidad aliada de sus proximidades se queda sin munición o gasolina, el camión se acerca a ella y la abastece. Suena muy útil pero es torpe de movimiento, muchas veces estorba.

GMR-34: Cañón estacionario. Odiarás encontrarte con uno de estos. Es el arma más cara y que más tiempo tarda en construirse. Tiene el ataque más potente y además también tiene misiles. Su único defecto es que es fija, es decir, no se puede mover (menos mal!)

ST-57U: Buque. El barco de guerra solo está disponible en los escenarios con mar. Es lento pero tiene ataque y defensa aceptable. Aporta una interesante posibilidad cuando hay agua de por medio.

1: Defender un punto fijo. La unidad no se mueve y disparará cualquier cosa que pase cerca.
2: La unidad se mueve alrededor de un punto. Es una forma de vigilancia que abarca mayor rango que estar estático. Lo malo es que todo lo que utilice gasolina al final se quedará parado. No veo ni a la IA utilizar esta orden.
3: La unidad con esta orden se dirigirá a la base enemiga más próxima y atacará cualquier defensa que encuentre. Si sobrevive, permanecerá a su lado hasta que conquistes la base, entonces buscará otra. Si la unidad es un soldado, se introducirá automáticamente dentro para conquistar la base. Es muy buena.
4: También es una orden para conquistar una base pero solo es aplicable a soldados. Estos irán a por la base sin distraerse con nada. Esto significa que se defienden poco, avanzan como cegados y además esta orden es más cara que la 3, que al final sirve para lo mismo.
5: Esta orden deja a la unidad fija en un puesto, pero cuando una unidad enemiga se acerque, irá en su busca. Una vez destruida volverá a su posición. Mucho más eficiente que la 2 y la 1, pero a veces conviene que la gente no se mueva mucho así que la 1 sigue siendo útil.
6: Esta es la orden de atacar la base principal del enemigo. La unidad se dirigirá hacia ella esté donde está. Cuidado si está muy lejos porque puede que se quede sin combustible por el camino. Por eso son tan buenas las bases pequeñas.
7: Esta es la orden fija del camión de abastecimiento.

En el menú (el único que hay donde realizamos las compras de las unidades), se puede ver un radar que tiene dos posiciones.

L: Visión general del escenario. Pueden verse todas las bases y el color indica su dueño. También podemos ver la nave de nuestro enemigo esté donde esté como un punto grande luminoso.

S: Visión mucho más acotada. Solo vemos un poquito del escenario. Es más un radar propiamente dicho. Con él veremos las unidades tanto amigas como enemigas que tengamos en nuestras proximidades aunque no podremos distinguir el tipo que son.

Las bases avanzadas o pequeñas o neutrales, como queráis llamarles, están repartidas por todo el mapa. Son útiles porque nos permiten recargar combustible y construir unidades desde una posición más cercana al enemigo. La estrategia empieza con elegir bien las bases que conquistaremos para hacernos el asalto final más fácil. Normalmente las hostilidades comienzan cuando ambos jugadores se abalanzan a la conquista de la misma base...Cada nueva base que ganemos aumentará además la tasa de crecimiento de nuestro dinero. Hay que lograr introducir 4 soldados dentro de la base neutral o enemiga para conquistarla. Si el enemigo introduce alguno durante el proceso, reducirá nuestro número de soldados ya introducidos en 1, y aumentará el suyo (¡¡a veces parece que no tenga fin!!)

Vamos chico!

El apartado sonoro y musical del juego es excelente. Los compositores, de hecho, trabajaron también en la saga Thunderforce. Las melodías de los escenarios son muy bonitas y bien trabajadas. Algunos temas son considerados de los mejores de la consola (me guío por algunos rankings de youtube)

El juego para un jugador propone ocho escenarios distintos con cuatro niveles de dificultad cada uno (A, B, C y D). El modo campaña, por así decirlo, tiene como fin vencer en todos los escenarios y en todos los niveles de dificultad. Para ello nos permite tomar nota de contraseñas para retomar la campaña. Un hecho del que me di cuenta hace relativamente poco, es que no hay malos ni buenos. Ambos ejércitos (naranja y azul) son igual de legítimos, si sientes que debes liberar al pueblo eliges el color naranja, si quieres mantener el golpe de estado eliges el color azul. Cada uno tiene un final distinto aunque éste tan solo consta de una pantalla con un texto explicando el desenlace. Además cada uno cuenta con una música que son dos versiones algo diferentes de un mismo tema, muy buenos los dos por cierto.

En general la IA del juego es bastante mediocre en el sentido de que pronto aprendes los patrones que realiza en cada dificultad. Es fácil idear tácticas con las que “volver loca a la máquina” de manera que llegue a perder el sentido de lo que está haciendo. En el nivel D por ejemplo el enemigo es mucho más directo atacando, pero en cambio descuida otras cosas. Algo que compensa un poco la “imbecilidad” de la máquina es que a medida que incrementamos el nivel de dificultad, aparecen de inicio algunas unidades defensoras en las bases, lo cual hace más laboriosa su conquista. Además de esto, he notado que la potencia de disparo de sus unidades aumenta. Es común que en el nivel D, un tanque enemigo acabe por si solo con 2 o 3 de los tuyos. Todas estas medidas parecen muy injustas pero creedme, son necesarias para que el juego suponga un reto.

Los niveles son muy variados y están muy bien equilibrados. Ninguno de ellos favorece de inicio a ningún jugador. Todos tienen además alguna característica propia y diferenciadora. Las tácticas se ven fuertemente influenciadas por las condiciones del terreno en todos los escenarios.
En general, las unidades con órdenes de moverse buscarán un camino hacia su objetivo. Pero si el escenario tiene muchos recovecos o terrenos dificultosos, las unidades acaban haciendo el tonto y se quedan bloqueadas o se suicidan atravesando ríos de lava. Debido a esto muchas veces no podemos echarlos a andar y quedarnos tranquilos sino que deberemos vigilar el camino que toman, o situarlos en zonas donde estemos seguros de que el trayecto es seguro. En fin un fallo de la IA que nos obliga a jugar como una madre, mirando mucho por “nuestros niños”.

Etapa 1: Abgrund (El cañón). Es un terreno cruzado por un río y acantilados. Presenta el problema de que las unidades mecánicas no suben los acantilados. Así que hay que hacerse sí o sí de una base avanzada cerca de la base enemiga.

Etapa 2: Vulkan (El volcán). Está surcada por un río y numerosos hilillos de lava. Otro mal mapa para dejar a nuestras unidades a sus anchas puesto que si pasan por encima de la lava son destruidos.

Etapa 3: Loch (La cueva). Un escenario muy laberíntico pero sin peligros.

Etapa 4: Strand (La playa). Tiene muchas islas pequeñas. Es interesante saltar de una a otra y los buques cobran una gran importancia.

Etapa 5: Stadt (La ciudad). Una ciudad abandonada con numerosas estructuras para esconderse. En general es bastante abierto.

Etapa 6: Eisfrei (El hielo polar). Uno de mis preferidos. Zonas de nieve con un lago semicongelado en el centro. Puedes conquistar bases en medio del hielo o en tierra firme. En las zonas de hielo las unidades patinan.

Etapa 7: Waldung (La jungla). Un espacio muy abierto pero en el centro hay como un gran charco de barro que hará que todas las unidades se desplacen muy lentas. Se consumirá todo el combustible antes de llegar así que, como siempre, hay que buscarse una base avanzada bien colocada para iniciar los ataques en serio.

Etapa 8: Oase (El oasis). Bonito escenario también, con posibilidad de atacar por tierra y por mar. Lo único a tener en cuenta es que los bancos de arena ralentizarán el paso.

A dos jugadores el juego es igual, un jugador controla el equipo naranja y el otro el azul. La pantalla se divide por la mitad, en modo split, y a darse tortas se ha dicho.


Cuando yo tenía unos 15 años y jugaba con mi padre o mis amigos pensé que era un rollo que la persona que estaba a tu lado combatiendo contra ti pudiera ver lo que yo estaba tramando y viceversa. Con solo una ojeada a la pantalla del rival podías ver claramente cual era su estrategia, y eso le quitaba emoción y sorpresa a las partidas. De esta manera nació un periférico para consolas ideado por mi llamado: La pantallita!
Aquí os lo presento:

¿Qué os parece? Cierto es que con solo mirar el mapa podemos localizar la nave de nuestro enemigo, pero gracias a la pantallita no sabemos realmente qué hace, qué está construyendo ni cómo lo está colocando. Fue un gran invento!
Esta pantallita se utilizó en mi casa para más juegos, como por ejemplo en el modo arena del Quake.

Bueno, como conclusión deciros que es un juego estupendo que sin duda os recomiendo jugar si no lo conocéis. Es un juego de estrategia que todavía hoy se deja jugar muy bien. Cierto es que este tipo de juegos ha evolucionado mucho y se le echan en falta algunos arreglos, como la mejora de la IA o poder seleccionar más de una unidad a la vez. Pero para la época fue un gran avance. Además es uno de estos juegos de mega drive que, independientemente de si te gusta el género o no, dices, jolín está bien hecho. Es fluido, rápido, muy sensible, se ve todo muy bien y los sonidos quedan que ni pintados. Os garantizo muchos horas de lucha y búsqueda de tácticas. Cuando se le pilla el vicio resulta fácil, pero siempre puedes entretenerte en buscar nuevas maneras de destruir bases. Yo por ejemplo construía muchas unidades fijas en un sitio y luego les daba la orden de atacar a todas, una por una, pero lo más rápidamente posible. Todas llegaban más o menos a la vez a la base enemiga en plan avalancha y solía ser un ataque letal.

Gracias a internet descubrí no hace mucho que este juego era una secuela de otro salido en MSX. De hecho Herzog Zwei significa Herzog 2.
He probado este Herzog para MSX y me ha sorprendido gratamente, Por un lado, porque es un juego realmente bueno para la época y limitaciones de la generación. Y por otro, porque se nota que sirvió de inspiración para desarrollar la segunda parte. Están llenos de semejanzas.
Los escenarios son todos verticales, con las bases principales en los extremos. Podemos construir unidades pero éstas aparecerán siempre en movimiento desde nuestra base hacia la enemiga. Nuestra labor es ayudarlas a que lleguen cuantas más mejor a su destino. Cada vez que una llega a la base rival, se le aplica un daño. Podemos movernos también por el aire y por el suelo. Por el aire podemos cargar una unidad para transportarla a otro lugar, y por el suelo podemos ayudar a destruir las unidades rivales. En fin, un juego con un planteamiento parecido a su secuela y que, de haberlo tenido en su época para MSX, me hubiera echo gastar muchas horas de juego, estoy convencido.

Me gusta mucho también que las melodías son primeras versiones de las que podemos escuchar en Herzog Zwei. Son muy fácilmente reconocibles y están muy bien hechas también.

Por último me quedé atónito cuando descubrí que Herzog Zwei tenía una especie de remake. Aunque no creo que sea oficialmente su secuela si que es un juego indiscutiblemente inspirado en el de mega drive. Se trata de Airmech, y os animo a descubrirlo.
El sistema de juego es igual pero modernizado y adaptado a los tiempos actuales, con un apartado técnico chulísimo. Por lo demás, juego de Steam, multijugador, con logros, elementos desbloqueables, nave personalizable y un largo etcétera de novedades. Me parece una idea genial. Pero yo lo encuentro demasiado caótico, muy frenético. En general este tipo de juegos no me gusta mucho porque me ponen nervioso por el nivel de intensidad y concentración que requiere. Además, el juego es gratis pero contiene elementos de estos que debes pagar para obtener y que pueden desequilibrar el asunto. No sé, me quedo con la esencia y el ritmo llevadero de Herzog Zwei. El día que tenga un buen pc, por lo menos no uno de hace 15 años, lo probaré más detenidamente y probablemente me vicie cosa mala.