Voy a empezar por el final: Metal Gear Solid V es a la vez una enorme genialidad y una cagada de proporciones bíblicas. ¿Y cómo puede ser? Bueno, eso es algo que intentaré explicar en los próximos párrafos, pero desde mi punto de vista se resume en que, sencillamente, el juego nunca se terminó. Pero vamos por partes.
Y es que de partes va el asunto: Metal Gear Solid V nos llegó en dos, para ser concretos.
La historia de gestación de este juego es tan interesante o más que la del propio Venom Snake. Cara al público el proyecto se hacía público en la GDC de 2013, aunque de una forma muy Kojimesca. Durante el evento se anunció un juego de un nuevo estudio sueco (Moby Dick Studios), llamado The Phantom Pain. La presentación corrió a cargo del director del estudio, un tal Joakim Mogren, que aparecía en una entrevista con el rostro completamente cubierto de vendas.
Si os fijáis, reordenando las letras de Joakim tenemos... Kojima. Poco después se destapaba la verdad: Moby Dick Studios no existía. El nombre completo del juego era Metal Gear Solid V - The Phantom Pain, y su responsable era el propio Hideo Kojima al mando de Kojima Productions. Y es que Kojima es muy amigo de trolear al aficionado. Dentro y fuera de los juegos... La información fue cayendo con cuenta gotas durante los siguientes meses, aumentando poco a poco el hype hasta límites insoportables. En eso Kojima es un maestro... Y de pronto surgió la primera polémica. El juego llegaría en dos partes separadas. La primera, llamada Metal Gear Solid V: Ground Zeroes serviría a modo de prólogo. La segunda sería el juego principal, y mantenía el nombre original. Nada malo, en principio, si no fuera por que el prólogo (de un par de horas de duración) se vendía por 40 euros. Y, la verdad, era necesario jugarlo. Así que si querías el juego entero debías desembolsar 40 euros por el prólogo y otros 60-70 por el juego... tela.
Ground Zeroes llegó en 2014. Tubo críticas por su alto precio y su escasa duración. No obstante, la hora o dos horas que tardabas en acabar la única misión principal era todo lo que podías esperar, incluyendo sorpresas marca de la casa.
Voy a hacer aquí un spoiler... que hizo toda la prensa a nivel mundial, trailers, etc. Ground Zeroes terminaba con Snake cayendo al mar en su helicóptero tras una explosión. Y así nos dejaron durante más de un año.
Y ahí empieza The Phantom Pain. Snake despierta de un largo coma de 9 años y con sucuelas físicas importantes. Su nueva misión será reconstruir lo que le arrebataron y vengarse de los responsables, con el enigmático Skull Face como principal antagonista. No voy a entrar en detalles sobre la historia, porque bien merece que la descubráis por vosotros mismos, pero sólo diré que sigue la mejor tradición de Metal Gear: Intrigas políticas, traiciones, personajes memorables, giros de guión, planteamientos morales llenos de grises... todo ello salpicado de detalles gloriosos y de situaciones absurdas y hasta ridículas en su planteamiento. Kojima sin más. La historia como tal a mí me ha encantado... aunque no a todo el mundo. El juego deja muchas preguntas sin contestar para los seguidores de la saga. Muchas. Demasiadas. De hecho, hay tramas argumentales que quedan son cerrar. Pero es que esto tiene su miga...
Una vez que comenzamos el juego vemos que la jugabilidad es absolutamente revolucionaria dentro de la saga. Metal Gear Solid V es un juego de mundo abierto, abandonando la estructura lineal de anteriores entregas. Empezamos en un área enorme en Afganistán, donde tenemos completa libertad para ir haciendo misiones principales (que sí irán en orden en la mayoría de los casos), secundarias o donde directamente podremos dedicarnos a hacer lo que queramos. Una vez que empecemos una misión, podremos afrontarla como nos dé la real gana. Y no me refiero al típico puedes liarte a tiros o tratar de infiltrarte. Directamente la infiltración puede implicar entrar escondido en un camión, o colarte por un colector de aguas, o dormir a los soldados que hacen guardia en la puerta, o aprovechar la noche y la lluvia para dejarlos inconscientes a golpes... o sobrevolar el lugar con el helicóptero y acribillar a todo el mundo con su ametralladora. Hay muchísimas opciones, y lo mejor de todo es que nunca da la sensación de que te estén guiando. Incluso cuando tienes el típico punto en el mapa indicando donde ir suele ser relativo.
Esta libertad es la clave de este juego. Sencillamente crea una experiencia que no definiría de otra manera que gloriosa. Adictiva como pocas. Impresionante. Y todo tiene su lógica... al menos dentro del universo Metal Gear. ¿Quieres saber dónde está el prisionero que debes rescatar? Busca en cada habitación. O mejor, interroga a un soldado para que te lo diga. También puedes sacar la información de algún documento de inteligencia... o quizá te puedan dar pistas tus agentes de campo si has desarrollado la unidad de inteligencia a un nivel suficiente. Porque Snake (o Venom Snake, mejor dicho) no está sólo. Tiene a los Diamond Dogs detrás.
Snake y sus aliados crean una nueva estructura militar para reconstruir los Militaires Sans Frontières destruidos 9 años atrás. Son los Diamond Dogs, y empezarán a crecer de nuevo desde una plataforma petrolífera en mitad del océano. Esta es la Base Madre, que iremos ampliando con nuevas plataformas y unidades poco a poco. Cada misión que completemos nos dará dinero y heroísmo. Cuanto más heroísmo tengamos, a más soldados atraeremos a nuestro bando.
Además, siempre podemos convencerlos. Cada vez que noqueemos a un soldado enemigo tenemos la posibilidad de extraerlo mediante una maniobra Fulton. Básicamente, engancharlo a un globo para que un avión aliado lo recoja y lo lleve a la Base Madre. Una vez allí se le convencerá para unirse a los Diamond Dogs. Por supuesto, no todos los soldados son igual de útiles, por lo que nos compensará extraer a los mejores. Una vez en nuestras filas podremos asignarlos a la unidad en la que mejor encajen: Unidad de desarrollo (que crean nuevas armas y dispositivos), unidad de combate (que salen en misiones por todo el mundo), unidad médica, unidad de apoyo...
Deberemos mantener siempre el balance económico en positivo para evitar el descontento entre nuestras filas. Incluso podemos visitar y recorrer la Base Madre en cualquier momento, no sólo cuando lo requiera la historia, lo que mejorará la moral del personal. Creamos nuestro propio ejército, claro que sí. Y mejorando las unidades de la Base Madre ganamos ventajas en varios ámbitos. Por ejemplo, la unidad de apoyo nos permitirá pedir ataques aéreos. La unidad de inteligencia nos dará información táctica en en campo de batalla que a veces es vital... y así una larga lista.
No sólo reclutamos a soldados sin nombre ni importancia. Además de la carne de cañón iremos sumando a nuestras filas a diferentes personajes secundarios... o no. Cuando comienza el juego tenemos a nuestra disposición a un único aliado, D-Horse. Con él podemos recorrer las grandes distancias de Afganistán o África mucho más deprisa.
Pero no es nuestro único aliado. Si lo encontramos podremos criar a nuestro lobo personal, D-Dog, que será de gran ayuda de cara a las infiltraciones.
Hay más aliados, pero el principal es sin duda Quiet
Sólo decir que si va casi desnuda es por algo. Es posiblemente el mejor personaje del juego, tan enigmática como mortal. Su historia es para mí lo mejor de esta entrega y lo más curioso es que puedes jugar sin ella. Disfrutar de su compañía es algo completamente opcional, pero si no queréis perderos la mejor trama del argumento de MGSV os recomiendo que hagáis lo imposible por retenerla a vuestro lado.
El juego consiste en 50 misiones principales y cientos de secundarias. Algunas de las secundarias los son sólo de nombre, porque son básicas para que continúe la historia y en ellas ocurren hechos tanto o más relevantes que en las de la historia principal. Hay muchas menos cinemáticas que en anteriores Metal Gears. Según Kojima no tenían sentido en esta estructura de mundo abierto. No es algo que me moleste demasiado... para mí Metal Gear Solid 4 sufría mucho por la enrome cantidad de cinemáticas y su longitud. Desgraciadamente Kojima sigue teniendo muchísimo que contar sobre su mundo, así que la información que no te dan las cinemáticas te las dan en forma de cintas de audio. Es decir, tienes que pararte a escuchar cintas de audio de 3, 4... 10 minutos cada poco. La verdad es que puestos a perder el tiempo preferiría hacerlo con una cinemática, sinceramente. Es una decisión que no ayuda a la narrativa, porque además la información de las cintas es muy importante. Este apartado podía haberse equilibrado mejor.
A pesar de todo, la historia se desarrolla de forma muy satisfactoria. The Phantom Pain se divide en un prólogo (dos, si contamos Ground Zeroes) y dos capítulos principales. El primer capítulo abarca las primeras 30 misiones principales y un buen puñado de secundarias. Este primer capítulo se siente prácticamente como un juego completo. Completo y buenísimo, todo sea dicho. Es un ejemplo de genialidad y pocas pegas se le puede poner. Desgraciadamente no pasa lo mismo con el segundo capítulo. Una vez comienza este segundo capítulo vemos una cosa que nos llama la atención: Se repiten misiones principales. En la lista aparecen misiones ya completadas en el capítulo uno pero con condiciones especiales: En modo supervivencia, sin armas ni objetos; O en modo Extremo, con una dificultad mucho mayor. El hecho de que sean principales nos obliga a ir completándolas para poder avanzar. Cada dos o tres misiones repetidas se desbloquea una misión nueva que de verdad hace avanzar la historia. Lo peor es que estas misiones repetidas se repiten al completo, incluyendo cutscenes, lo que no tiene ningún sentido. De pronto te obligan a repetir esa misión en la que extraías un camión o salvabas a un personaje importante... y salta la misma cutscene en la que se te revela esta o aquella cosa que ya sabes y que además ya no tiene ninguna importancia llegados a este punto. Es muy raro y molesto. Rompe completamente la sensación de progresión impecable que había hasta ese momento. Al menos puedes saltar las cutscenes...
Aún así, la historia que vas desbloqueando sigue siendo muy buena... pero inconclusa. Bueno, estrictamente hablando una de las misiones repetidas termina de forma diferente... y sorprendente. Pero es sólamente una. El final de la historia llega en la misión 46. ¿Y que pasa con el resto de misiones principales hasta la 50? Bueno, que son relleno. Y ya. Queda en concreto una de las tramas completamente en el aire. ¿Tiene sentido el juego así? Sí... Puedes imaginar tú lo que quieras para unir los hechos con lo ocurrido en juegos posteriores, como Metal Gear o Metal Gear Solid. Esa es la postura oficial de Konami y de Kojima. Pero la cosa se vuelve sangrante cuando en el DVD incluído en la versión coleccionista del juego viene detallada la misión 51, una misión que no se ha incluído en el juego (aparentemente por falta de tiempo, aunque Konami dice que se descartó por motivos de guión). En esta misión, de la que se muestran incluso las cinemáticas sin terminar, se cierra la trama que quedaba pendiente... ¿porqué? Pues porque sencillamente el juego se ha lanzado sin terminar.
Todos sabéis que en algún momento de 2015, después del lanzamiento de Ground Zeroes, la situación de Hideo Kojima en Konami se hizo insostenible, lo que llevó a que el creativo saliera de la compañía en cuanto salió el juego al mercado y a que esta incluso eliminara su nombre de la portada del mismo. Los motivos claros de esta situación no han trascendido, pero parece ser que Kojima pedía más tiempo/dinero para terminar el juego y Konami no quería alargar más el carísimo desarrollo. ¿Resultado? Kojima y gran parte de su estudio acabaron fuera de Konami y formaron un nuevo estudio, mientras que el juego... Bueno, jugándolo tengo claro que Konami debió ordenar que el juego se terminara en cierta fecha sí o sí, y que debía salir al mercado estuviera como estuviera. Es evidente que el segundo capítulo está terminado con prisas, que la repetición de misiones es sencillamente una forma burda de alargar la duración. Ni siquiera se han preocupado de eliminar las cutscenes que ya no aplican. Y es también evidente que la última misión no se terminó a pesar de estar ya muy avanzada. Se había hecho la captura de movimientos, se habían grabado los diálogos... pero nunca se terminó.
Apuesto lo que quieras a que esto es consecuencia directa de la salida de Kojima de Konami y que si le hubieran dado a Kojima el tiempo necesario el segundo capítulo tendría el mismo acabado excepcional del primero. Este juego necesitaba otros tres o cuatro meses para terminar su desarrollo. Quizá algo más. Y todos hubiéramos esperado sin problemas... De hecho, hay mucha gente que le pide a Konami que lance la misión 51 como DLC. Me uno a esa petición... Pero Konami ya ha dicho que para ellos el juego está completo y no lanzarán ningún DLC. Una auténtica pena.
Poco más se puede decir del juego. Técnicamente es una barbaridad. Sí, el juego salió también en PS3 y Xbox 360, pero en octaba generación es muy, muy impresionante. Cuando llegas a Afganistán la primera vez no das crédito a que lo que ves en pantalla sea un videojuego. Las montañas parecen directamente reales, la iluminación es como estar directamente a la luz del día... increíble.
Lo que hace el Fox Engine es para quitarse el sombrero. Por la noche la iluminación no está igual de conseguida, aunque parece un efecto buscado para facilitar la jugabilidad. Siempre hay más luz de la que parece lógico, viéndose en todo momento perfectamente, lo que quita un poco de realismo al hecho de que te puedas acercar mucho a un soldado sin que te vea a no ser que te apunte con una linterna. Llama un poco la atención teniendo en cuenta la increíble calidad de los efectos de luz.
Por lo demás, es un auténtico espectáculo, tanto escenarios como modelos, como el audio (increíble el sonido de la lluvia en un techo metálico ocultando tus pasos). MGSV tiene una banda sonoras fantástica salpicada además de muchos temas licenciados que además puedes poner cuando tú quieras en tu Walkman. Técnicamente y artísticamente quita el aliento.
Conclusiones:
Metal Gear Solid V es una obra maestra. A pesar de estar troceado con un prólogo separado que es imprescindible. A pesar de que la estructura del segundo capítulo sufre como resultado de la guerra Kojima-Konami. A pesar de la nunca terminada misión 51. Su jugabilidad es sencillamente sublime. Para mí es sin duda el mejor juego de infiltración que se ha hecho, y es mi favorito de esta generación hasta ahora... ¿Es el mejor Metal Gear? Pues no sé que decir. Se sale demasiado de la línea de la saga para que los fans a ultranza lo consideren el mejor. Y ciertos detalles de la historia han levantado en armas a los seguidores. Desde mi punto de vista eso es debido a que no saben mirar más allá, al mensaje real que transmite Kojima. Porque Metal Gear ES Kojima. Olvidad ver un juego de este calibre saliendo de la actual Konami.
¿Mi opinión? Tengo serias dudas sobre si para mí el mejor es este o el Metal Gear Solid original de PSX. Aún con todos los fallos Metal Gear Solid V es una obra maestra. Si Konami hubiera dejado a Kojima terminar su juego, posiblemente estaríamos ante uno de los dos o tres mejores juegos de la historia, junto a Shenmue y algún otro. Tal cuál es, se queda tan sólo en una gran obra maestra de esto que llamamos videojuegos.
NOTA: 9.9
(Por el segundo capítulo... si no sería un 10)
PD: El final te dejará con el culo torcido... avisados estáis. Los fans están en pie de guerra por lo que consideran una traición de Kojima... su última troleada. A mí me ha encantado.
Y es que de partes va el asunto: Metal Gear Solid V nos llegó en dos, para ser concretos.
La historia de gestación de este juego es tan interesante o más que la del propio Venom Snake. Cara al público el proyecto se hacía público en la GDC de 2013, aunque de una forma muy Kojimesca. Durante el evento se anunció un juego de un nuevo estudio sueco (Moby Dick Studios), llamado The Phantom Pain. La presentación corrió a cargo del director del estudio, un tal Joakim Mogren, que aparecía en una entrevista con el rostro completamente cubierto de vendas.
Si os fijáis, reordenando las letras de Joakim tenemos... Kojima. Poco después se destapaba la verdad: Moby Dick Studios no existía. El nombre completo del juego era Metal Gear Solid V - The Phantom Pain, y su responsable era el propio Hideo Kojima al mando de Kojima Productions. Y es que Kojima es muy amigo de trolear al aficionado. Dentro y fuera de los juegos... La información fue cayendo con cuenta gotas durante los siguientes meses, aumentando poco a poco el hype hasta límites insoportables. En eso Kojima es un maestro... Y de pronto surgió la primera polémica. El juego llegaría en dos partes separadas. La primera, llamada Metal Gear Solid V: Ground Zeroes serviría a modo de prólogo. La segunda sería el juego principal, y mantenía el nombre original. Nada malo, en principio, si no fuera por que el prólogo (de un par de horas de duración) se vendía por 40 euros. Y, la verdad, era necesario jugarlo. Así que si querías el juego entero debías desembolsar 40 euros por el prólogo y otros 60-70 por el juego... tela.
Ground Zeroes llegó en 2014. Tubo críticas por su alto precio y su escasa duración. No obstante, la hora o dos horas que tardabas en acabar la única misión principal era todo lo que podías esperar, incluyendo sorpresas marca de la casa.
Voy a hacer aquí un spoiler... que hizo toda la prensa a nivel mundial, trailers, etc. Ground Zeroes terminaba con Snake cayendo al mar en su helicóptero tras una explosión. Y así nos dejaron durante más de un año.
Y ahí empieza The Phantom Pain. Snake despierta de un largo coma de 9 años y con sucuelas físicas importantes. Su nueva misión será reconstruir lo que le arrebataron y vengarse de los responsables, con el enigmático Skull Face como principal antagonista. No voy a entrar en detalles sobre la historia, porque bien merece que la descubráis por vosotros mismos, pero sólo diré que sigue la mejor tradición de Metal Gear: Intrigas políticas, traiciones, personajes memorables, giros de guión, planteamientos morales llenos de grises... todo ello salpicado de detalles gloriosos y de situaciones absurdas y hasta ridículas en su planteamiento. Kojima sin más. La historia como tal a mí me ha encantado... aunque no a todo el mundo. El juego deja muchas preguntas sin contestar para los seguidores de la saga. Muchas. Demasiadas. De hecho, hay tramas argumentales que quedan son cerrar. Pero es que esto tiene su miga...
Una vez que comenzamos el juego vemos que la jugabilidad es absolutamente revolucionaria dentro de la saga. Metal Gear Solid V es un juego de mundo abierto, abandonando la estructura lineal de anteriores entregas. Empezamos en un área enorme en Afganistán, donde tenemos completa libertad para ir haciendo misiones principales (que sí irán en orden en la mayoría de los casos), secundarias o donde directamente podremos dedicarnos a hacer lo que queramos. Una vez que empecemos una misión, podremos afrontarla como nos dé la real gana. Y no me refiero al típico puedes liarte a tiros o tratar de infiltrarte. Directamente la infiltración puede implicar entrar escondido en un camión, o colarte por un colector de aguas, o dormir a los soldados que hacen guardia en la puerta, o aprovechar la noche y la lluvia para dejarlos inconscientes a golpes... o sobrevolar el lugar con el helicóptero y acribillar a todo el mundo con su ametralladora. Hay muchísimas opciones, y lo mejor de todo es que nunca da la sensación de que te estén guiando. Incluso cuando tienes el típico punto en el mapa indicando donde ir suele ser relativo.
Esta libertad es la clave de este juego. Sencillamente crea una experiencia que no definiría de otra manera que gloriosa. Adictiva como pocas. Impresionante. Y todo tiene su lógica... al menos dentro del universo Metal Gear. ¿Quieres saber dónde está el prisionero que debes rescatar? Busca en cada habitación. O mejor, interroga a un soldado para que te lo diga. También puedes sacar la información de algún documento de inteligencia... o quizá te puedan dar pistas tus agentes de campo si has desarrollado la unidad de inteligencia a un nivel suficiente. Porque Snake (o Venom Snake, mejor dicho) no está sólo. Tiene a los Diamond Dogs detrás.
Snake y sus aliados crean una nueva estructura militar para reconstruir los Militaires Sans Frontières destruidos 9 años atrás. Son los Diamond Dogs, y empezarán a crecer de nuevo desde una plataforma petrolífera en mitad del océano. Esta es la Base Madre, que iremos ampliando con nuevas plataformas y unidades poco a poco. Cada misión que completemos nos dará dinero y heroísmo. Cuanto más heroísmo tengamos, a más soldados atraeremos a nuestro bando.
Además, siempre podemos convencerlos. Cada vez que noqueemos a un soldado enemigo tenemos la posibilidad de extraerlo mediante una maniobra Fulton. Básicamente, engancharlo a un globo para que un avión aliado lo recoja y lo lleve a la Base Madre. Una vez allí se le convencerá para unirse a los Diamond Dogs. Por supuesto, no todos los soldados son igual de útiles, por lo que nos compensará extraer a los mejores. Una vez en nuestras filas podremos asignarlos a la unidad en la que mejor encajen: Unidad de desarrollo (que crean nuevas armas y dispositivos), unidad de combate (que salen en misiones por todo el mundo), unidad médica, unidad de apoyo...
Deberemos mantener siempre el balance económico en positivo para evitar el descontento entre nuestras filas. Incluso podemos visitar y recorrer la Base Madre en cualquier momento, no sólo cuando lo requiera la historia, lo que mejorará la moral del personal. Creamos nuestro propio ejército, claro que sí. Y mejorando las unidades de la Base Madre ganamos ventajas en varios ámbitos. Por ejemplo, la unidad de apoyo nos permitirá pedir ataques aéreos. La unidad de inteligencia nos dará información táctica en en campo de batalla que a veces es vital... y así una larga lista.
No sólo reclutamos a soldados sin nombre ni importancia. Además de la carne de cañón iremos sumando a nuestras filas a diferentes personajes secundarios... o no. Cuando comienza el juego tenemos a nuestra disposición a un único aliado, D-Horse. Con él podemos recorrer las grandes distancias de Afganistán o África mucho más deprisa.
Pero no es nuestro único aliado. Si lo encontramos podremos criar a nuestro lobo personal, D-Dog, que será de gran ayuda de cara a las infiltraciones.
Hay más aliados, pero el principal es sin duda Quiet
Sólo decir que si va casi desnuda es por algo. Es posiblemente el mejor personaje del juego, tan enigmática como mortal. Su historia es para mí lo mejor de esta entrega y lo más curioso es que puedes jugar sin ella. Disfrutar de su compañía es algo completamente opcional, pero si no queréis perderos la mejor trama del argumento de MGSV os recomiendo que hagáis lo imposible por retenerla a vuestro lado.
El juego consiste en 50 misiones principales y cientos de secundarias. Algunas de las secundarias los son sólo de nombre, porque son básicas para que continúe la historia y en ellas ocurren hechos tanto o más relevantes que en las de la historia principal. Hay muchas menos cinemáticas que en anteriores Metal Gears. Según Kojima no tenían sentido en esta estructura de mundo abierto. No es algo que me moleste demasiado... para mí Metal Gear Solid 4 sufría mucho por la enrome cantidad de cinemáticas y su longitud. Desgraciadamente Kojima sigue teniendo muchísimo que contar sobre su mundo, así que la información que no te dan las cinemáticas te las dan en forma de cintas de audio. Es decir, tienes que pararte a escuchar cintas de audio de 3, 4... 10 minutos cada poco. La verdad es que puestos a perder el tiempo preferiría hacerlo con una cinemática, sinceramente. Es una decisión que no ayuda a la narrativa, porque además la información de las cintas es muy importante. Este apartado podía haberse equilibrado mejor.
A pesar de todo, la historia se desarrolla de forma muy satisfactoria. The Phantom Pain se divide en un prólogo (dos, si contamos Ground Zeroes) y dos capítulos principales. El primer capítulo abarca las primeras 30 misiones principales y un buen puñado de secundarias. Este primer capítulo se siente prácticamente como un juego completo. Completo y buenísimo, todo sea dicho. Es un ejemplo de genialidad y pocas pegas se le puede poner. Desgraciadamente no pasa lo mismo con el segundo capítulo. Una vez comienza este segundo capítulo vemos una cosa que nos llama la atención: Se repiten misiones principales. En la lista aparecen misiones ya completadas en el capítulo uno pero con condiciones especiales: En modo supervivencia, sin armas ni objetos; O en modo Extremo, con una dificultad mucho mayor. El hecho de que sean principales nos obliga a ir completándolas para poder avanzar. Cada dos o tres misiones repetidas se desbloquea una misión nueva que de verdad hace avanzar la historia. Lo peor es que estas misiones repetidas se repiten al completo, incluyendo cutscenes, lo que no tiene ningún sentido. De pronto te obligan a repetir esa misión en la que extraías un camión o salvabas a un personaje importante... y salta la misma cutscene en la que se te revela esta o aquella cosa que ya sabes y que además ya no tiene ninguna importancia llegados a este punto. Es muy raro y molesto. Rompe completamente la sensación de progresión impecable que había hasta ese momento. Al menos puedes saltar las cutscenes...
Aún así, la historia que vas desbloqueando sigue siendo muy buena... pero inconclusa. Bueno, estrictamente hablando una de las misiones repetidas termina de forma diferente... y sorprendente. Pero es sólamente una. El final de la historia llega en la misión 46. ¿Y que pasa con el resto de misiones principales hasta la 50? Bueno, que son relleno. Y ya. Queda en concreto una de las tramas completamente en el aire. ¿Tiene sentido el juego así? Sí... Puedes imaginar tú lo que quieras para unir los hechos con lo ocurrido en juegos posteriores, como Metal Gear o Metal Gear Solid. Esa es la postura oficial de Konami y de Kojima. Pero la cosa se vuelve sangrante cuando en el DVD incluído en la versión coleccionista del juego viene detallada la misión 51, una misión que no se ha incluído en el juego (aparentemente por falta de tiempo, aunque Konami dice que se descartó por motivos de guión). En esta misión, de la que se muestran incluso las cinemáticas sin terminar, se cierra la trama que quedaba pendiente... ¿porqué? Pues porque sencillamente el juego se ha lanzado sin terminar.
Todos sabéis que en algún momento de 2015, después del lanzamiento de Ground Zeroes, la situación de Hideo Kojima en Konami se hizo insostenible, lo que llevó a que el creativo saliera de la compañía en cuanto salió el juego al mercado y a que esta incluso eliminara su nombre de la portada del mismo. Los motivos claros de esta situación no han trascendido, pero parece ser que Kojima pedía más tiempo/dinero para terminar el juego y Konami no quería alargar más el carísimo desarrollo. ¿Resultado? Kojima y gran parte de su estudio acabaron fuera de Konami y formaron un nuevo estudio, mientras que el juego... Bueno, jugándolo tengo claro que Konami debió ordenar que el juego se terminara en cierta fecha sí o sí, y que debía salir al mercado estuviera como estuviera. Es evidente que el segundo capítulo está terminado con prisas, que la repetición de misiones es sencillamente una forma burda de alargar la duración. Ni siquiera se han preocupado de eliminar las cutscenes que ya no aplican. Y es también evidente que la última misión no se terminó a pesar de estar ya muy avanzada. Se había hecho la captura de movimientos, se habían grabado los diálogos... pero nunca se terminó.
Apuesto lo que quieras a que esto es consecuencia directa de la salida de Kojima de Konami y que si le hubieran dado a Kojima el tiempo necesario el segundo capítulo tendría el mismo acabado excepcional del primero. Este juego necesitaba otros tres o cuatro meses para terminar su desarrollo. Quizá algo más. Y todos hubiéramos esperado sin problemas... De hecho, hay mucha gente que le pide a Konami que lance la misión 51 como DLC. Me uno a esa petición... Pero Konami ya ha dicho que para ellos el juego está completo y no lanzarán ningún DLC. Una auténtica pena.
Poco más se puede decir del juego. Técnicamente es una barbaridad. Sí, el juego salió también en PS3 y Xbox 360, pero en octaba generación es muy, muy impresionante. Cuando llegas a Afganistán la primera vez no das crédito a que lo que ves en pantalla sea un videojuego. Las montañas parecen directamente reales, la iluminación es como estar directamente a la luz del día... increíble.
Lo que hace el Fox Engine es para quitarse el sombrero. Por la noche la iluminación no está igual de conseguida, aunque parece un efecto buscado para facilitar la jugabilidad. Siempre hay más luz de la que parece lógico, viéndose en todo momento perfectamente, lo que quita un poco de realismo al hecho de que te puedas acercar mucho a un soldado sin que te vea a no ser que te apunte con una linterna. Llama un poco la atención teniendo en cuenta la increíble calidad de los efectos de luz.
Por lo demás, es un auténtico espectáculo, tanto escenarios como modelos, como el audio (increíble el sonido de la lluvia en un techo metálico ocultando tus pasos). MGSV tiene una banda sonoras fantástica salpicada además de muchos temas licenciados que además puedes poner cuando tú quieras en tu Walkman. Técnicamente y artísticamente quita el aliento.
Conclusiones:
Metal Gear Solid V es una obra maestra. A pesar de estar troceado con un prólogo separado que es imprescindible. A pesar de que la estructura del segundo capítulo sufre como resultado de la guerra Kojima-Konami. A pesar de la nunca terminada misión 51. Su jugabilidad es sencillamente sublime. Para mí es sin duda el mejor juego de infiltración que se ha hecho, y es mi favorito de esta generación hasta ahora... ¿Es el mejor Metal Gear? Pues no sé que decir. Se sale demasiado de la línea de la saga para que los fans a ultranza lo consideren el mejor. Y ciertos detalles de la historia han levantado en armas a los seguidores. Desde mi punto de vista eso es debido a que no saben mirar más allá, al mensaje real que transmite Kojima. Porque Metal Gear ES Kojima. Olvidad ver un juego de este calibre saliendo de la actual Konami.
¿Mi opinión? Tengo serias dudas sobre si para mí el mejor es este o el Metal Gear Solid original de PSX. Aún con todos los fallos Metal Gear Solid V es una obra maestra. Si Konami hubiera dejado a Kojima terminar su juego, posiblemente estaríamos ante uno de los dos o tres mejores juegos de la historia, junto a Shenmue y algún otro. Tal cuál es, se queda tan sólo en una gran obra maestra de esto que llamamos videojuegos.
NOTA: 9.9
(Por el segundo capítulo... si no sería un 10)
PD: El final te dejará con el culo torcido... avisados estáis. Los fans están en pie de guerra por lo que consideran una traición de Kojima... su última troleada. A mí me ha encantado.