Nuevo año, nuevo Assassin's Creed. Como ya hemos comentado, Ubisoft tomó nota de lo bien que le iba a Activision sacando todos los años un Call Of Duty, y desde AC2 ha habido una nueva entrega cada año, en noviembre. En el caso de La Hermandad eso no fue un problema. Revelations, sin embargo, sí acusa cierto desgaste. Pero no nos anticipemos.
Revelations comienza donde termina La Hermandad. Ezio, que ya es un cuarentón pero se mantiene en forma, ha terminado ya con sus enemigos y, lejos de dedicarse a vivir de las rentas, decide ir tras los pasos de Altair y buscar su biblioteca oculta en Masyaf. Esta vez la historia le lleva a Constantinopla (o Estambul, que su nombre actual) y a otras zonas de Turquía. El Imperio Bizantino hace poco que cayó (50 años, más o menos), y ahora la ciudad es la capital del floreciente Imperio Otomano. Es una época en la que se dan muchos cambios. Y Ezio será testigo de alguno de ellos. No sólo continuará su guerra particular con los Templarios. También encauzará su vida en otros derroteros, y se desarrollará el personaje en ciertos aspectos de su vida más privada. Si bien Ezio sigue buscando liberar el mundo del yugo templario, ahora la venganza da paso a una búsqueda interior, más íntima. Se desarrolla muy bien el personaje, que está en un momento de su vida más calmado. La experiencia es un grado.
Sin embargo, no se puede evitar tener cierta sensación de que esta historia no da para tanto. Ya no parece que Ezio sea un engranaje crucial de la misma. Más bien parece que "pasaba por allí". Y eso es algo evidente todo el juego. Además, los personajes secundarios pierden bastante gancho con respecto a juegos anteriores. Aliados y enemigos por igual. En lo bueno, se añade un elemento curioso a la trama. Y es que Ezio, en determinados momentos, es capaz de vivir las vivencias de Altair como Desmond vive las suyas, gracias a técnología de la primera civilización. Esas misiones son muy interesantes, con un Altair mayor que en AC, anciano incluso en ciertos momentos. Es muy curioso manejar a un asesino que no se puede casi ni mover. De lo mejor del juego. En cuanto a Desmond... sólo diré que su parte pierde muchos enteros con respecto al anterior juego, si bien se desvelan muchos aspectos de su vida antes del rapto de Abstergo.
En lo técnico, el juego mejora levemente la iluminación. Además, destacan las animaciones faciales, que entrega a entrega van mejorando, siendo en este juego excelentes en todos los sentidos. Repite un gran doblaje, con buena sincronización labial, y una buena banda sonora. Muy buen nivel otra vez, aunque manteniendo los mismos pequeños errores de siempre: Algo de popping, pequeños bugs aquí y allá...
En lo jugable, poco nuevo. Se añade algún movimiento, como el uso del gancho para usar tirolinas (que son sorprendentemente frecuentes en los tejados de Constantinopla). Se mantienen todas las novedades de La Hermandad, incluyendo el reclutamiento de asesinos, las misiones por el mediterráneo, etc.
Se añaden también dos aspectos que desde mi punto de vista no terminan de cuajar. Para empezar, un juego a lo "tower defense" para proteger las guaridas de asesinos. No es especialmente divertido y de hecho se hace pesado, porque rompe mucho el ritmo. Al menos la conquista de territorios parece tener más sentido que en La Hermandad, porque aquí los templarios no son el poder establecido, y sí tiene sentido que les cueste más mantener el control. Igualmente, se incluye la posibilidad de crear bombas de distintos tipos mezclando distintos ingredientes. Tampoco aporta mucho, la verdad.
Por lo demás, la jugabilidad es calcada al juego anterior. Aparte de la historia principal y las misiones secundarias, hay mil cosas que hacer: Explorar ruinas y catacumbas en busca de ruinas de la primera civilización, gestionar los sectores de la ciudad abriendo negocios y restaurando obras públicas, encontrar mil tipos de coleccionables... Aquí no está nuestro amigo Leonardo (hubiera sido difícil de justificar históricamente), pero eso no impide que tengamos nuestras excursiones fuera de Constantinopla. De nuevo un juego muy completo que nos dará para muchas horas.
Sobre la cuidad en sí, volvemos a un escenario perfectamente recreado. No hay mucho que decir, salvo que quizá Constantinopla no tiene tanto encanto como Roma o Florencia. Es muy grande, por lo que mantiene el sistema de túneles de La Hermandad, además de usar el caballo. Es un placer escalar Santa Sofía o la torre del Gálata, o infiltrarse en el palacio de Topkapi. Sin embargo, es algo más genérica que las ciudades de anteriores juegos, y le faltan ciertas cosas. En Assassin's Creed II y en La Hermandad no sólo podías escalar los monumentos. También podías explorar por dentro muchos de ellos: Santa María de las Flores en Florencia, San Marcos en Venecia, el Coliseo en Roma... Esto se ha limitado mucho en Revelations. Por ejemplo, esperé todo el juego una misión dentro de Santa Sofía. No llegó. Y es una pena, porque un sitio así se merecía una misión en condiciones, y no sólo escalarlo por fuera. Da cierta sensación de que no se incluyeron cosas por falta de tiempo.
Por último, mejora el multijugador que arrancó en La Hermandad. Un añadido interesante, pero para mí anecdótico.
Revelations es un gran juego, que sin embargo tiene varios problemas de base que le impiden funcionar tan bien como los dos previos. Para empezar, la historia de Ezio (venganzas, etc) se completó en La Hermandad, y esta funciona más a modo de epílogo. Uno tiene la sensación de que Ezio podría aburrirse y volverse a casa en cualquier momento, porque ni las motivaciones son ya las mismas ni sus acciones tienen tanta influencia como antaño. Sin embargo, sí desarrolla el personaje, que es más maduro y ya no tiene ni las dudas ni las incertidumbres de la juventud. La historia no está mal, es interesante, pero realmente no tiene momentos memorables hasta el final. Lo mismo ocurre con la parte de Desmond, que de hecho no tiene desarrollo como tal, sino que se reduce a una serie de mini-juegos. Una buena historia, con un final muy bueno. Pero que no cala tan hondo como las de juegos anteriores. Además, en esta ocasión las novedades jugables no han sido acertadas. Tener que mezclar ingredientes para hacer bombas y defender las guaridas aburre más que nada, y hace que el juego pierda ritmo. Por último, tiene el mismo problema que tenía La Hermandad, pero en mayor medida: Casi todo el juego en la misma ciudad se hace algo pesado. Máxime cuando la ciudad en sí no tiene tanto atractivo, al menos para un servidor.
Como consejo, antes de jugar este juego debes jugar Assassin's Creed II y La Hermandad. Si no lo haces, pierde toda la gracia.
Resumiendo, un muy buen juego, en la línea de juegos anteriores, pero que da ciertas muestras de agotamiento de ideas. La historia está bien, pero no aporta mucho en comparación. Se cuenta de forma menos atrayente que en juegos anteriores, y la localización no tiene el encanto de otras ciudades. Además, las novedades no terminan de funcionar como deberían.
A cambio, tenemos una gran producción, con buenos gráficos, una recreación increíble del pasado y una jugabilidad a prueba de bombas, y volvemos a disfrutar de Ezio, uno de los mejores personajes que he visto en un videojuego. Tenemos la oportunidad de despedir a Ezio y Altair como se merecen, contando cómo confluyen sus caminos, y si sigues la serie sólo por eso ya merecería la pena.
Larga vida, Ezio Auditore da Firenze.
Nota personal: 8.5
Revelations comienza donde termina La Hermandad. Ezio, que ya es un cuarentón pero se mantiene en forma, ha terminado ya con sus enemigos y, lejos de dedicarse a vivir de las rentas, decide ir tras los pasos de Altair y buscar su biblioteca oculta en Masyaf. Esta vez la historia le lleva a Constantinopla (o Estambul, que su nombre actual) y a otras zonas de Turquía. El Imperio Bizantino hace poco que cayó (50 años, más o menos), y ahora la ciudad es la capital del floreciente Imperio Otomano. Es una época en la que se dan muchos cambios. Y Ezio será testigo de alguno de ellos. No sólo continuará su guerra particular con los Templarios. También encauzará su vida en otros derroteros, y se desarrollará el personaje en ciertos aspectos de su vida más privada. Si bien Ezio sigue buscando liberar el mundo del yugo templario, ahora la venganza da paso a una búsqueda interior, más íntima. Se desarrolla muy bien el personaje, que está en un momento de su vida más calmado. La experiencia es un grado.
Sin embargo, no se puede evitar tener cierta sensación de que esta historia no da para tanto. Ya no parece que Ezio sea un engranaje crucial de la misma. Más bien parece que "pasaba por allí". Y eso es algo evidente todo el juego. Además, los personajes secundarios pierden bastante gancho con respecto a juegos anteriores. Aliados y enemigos por igual. En lo bueno, se añade un elemento curioso a la trama. Y es que Ezio, en determinados momentos, es capaz de vivir las vivencias de Altair como Desmond vive las suyas, gracias a técnología de la primera civilización. Esas misiones son muy interesantes, con un Altair mayor que en AC, anciano incluso en ciertos momentos. Es muy curioso manejar a un asesino que no se puede casi ni mover. De lo mejor del juego. En cuanto a Desmond... sólo diré que su parte pierde muchos enteros con respecto al anterior juego, si bien se desvelan muchos aspectos de su vida antes del rapto de Abstergo.
En lo técnico, el juego mejora levemente la iluminación. Además, destacan las animaciones faciales, que entrega a entrega van mejorando, siendo en este juego excelentes en todos los sentidos. Repite un gran doblaje, con buena sincronización labial, y una buena banda sonora. Muy buen nivel otra vez, aunque manteniendo los mismos pequeños errores de siempre: Algo de popping, pequeños bugs aquí y allá...
En lo jugable, poco nuevo. Se añade algún movimiento, como el uso del gancho para usar tirolinas (que son sorprendentemente frecuentes en los tejados de Constantinopla). Se mantienen todas las novedades de La Hermandad, incluyendo el reclutamiento de asesinos, las misiones por el mediterráneo, etc.
Se añaden también dos aspectos que desde mi punto de vista no terminan de cuajar. Para empezar, un juego a lo "tower defense" para proteger las guaridas de asesinos. No es especialmente divertido y de hecho se hace pesado, porque rompe mucho el ritmo. Al menos la conquista de territorios parece tener más sentido que en La Hermandad, porque aquí los templarios no son el poder establecido, y sí tiene sentido que les cueste más mantener el control. Igualmente, se incluye la posibilidad de crear bombas de distintos tipos mezclando distintos ingredientes. Tampoco aporta mucho, la verdad.
Por lo demás, la jugabilidad es calcada al juego anterior. Aparte de la historia principal y las misiones secundarias, hay mil cosas que hacer: Explorar ruinas y catacumbas en busca de ruinas de la primera civilización, gestionar los sectores de la ciudad abriendo negocios y restaurando obras públicas, encontrar mil tipos de coleccionables... Aquí no está nuestro amigo Leonardo (hubiera sido difícil de justificar históricamente), pero eso no impide que tengamos nuestras excursiones fuera de Constantinopla. De nuevo un juego muy completo que nos dará para muchas horas.
Sobre la cuidad en sí, volvemos a un escenario perfectamente recreado. No hay mucho que decir, salvo que quizá Constantinopla no tiene tanto encanto como Roma o Florencia. Es muy grande, por lo que mantiene el sistema de túneles de La Hermandad, además de usar el caballo. Es un placer escalar Santa Sofía o la torre del Gálata, o infiltrarse en el palacio de Topkapi. Sin embargo, es algo más genérica que las ciudades de anteriores juegos, y le faltan ciertas cosas. En Assassin's Creed II y en La Hermandad no sólo podías escalar los monumentos. También podías explorar por dentro muchos de ellos: Santa María de las Flores en Florencia, San Marcos en Venecia, el Coliseo en Roma... Esto se ha limitado mucho en Revelations. Por ejemplo, esperé todo el juego una misión dentro de Santa Sofía. No llegó. Y es una pena, porque un sitio así se merecía una misión en condiciones, y no sólo escalarlo por fuera. Da cierta sensación de que no se incluyeron cosas por falta de tiempo.
Por último, mejora el multijugador que arrancó en La Hermandad. Un añadido interesante, pero para mí anecdótico.
Revelations es un gran juego, que sin embargo tiene varios problemas de base que le impiden funcionar tan bien como los dos previos. Para empezar, la historia de Ezio (venganzas, etc) se completó en La Hermandad, y esta funciona más a modo de epílogo. Uno tiene la sensación de que Ezio podría aburrirse y volverse a casa en cualquier momento, porque ni las motivaciones son ya las mismas ni sus acciones tienen tanta influencia como antaño. Sin embargo, sí desarrolla el personaje, que es más maduro y ya no tiene ni las dudas ni las incertidumbres de la juventud. La historia no está mal, es interesante, pero realmente no tiene momentos memorables hasta el final. Lo mismo ocurre con la parte de Desmond, que de hecho no tiene desarrollo como tal, sino que se reduce a una serie de mini-juegos. Una buena historia, con un final muy bueno. Pero que no cala tan hondo como las de juegos anteriores. Además, en esta ocasión las novedades jugables no han sido acertadas. Tener que mezclar ingredientes para hacer bombas y defender las guaridas aburre más que nada, y hace que el juego pierda ritmo. Por último, tiene el mismo problema que tenía La Hermandad, pero en mayor medida: Casi todo el juego en la misma ciudad se hace algo pesado. Máxime cuando la ciudad en sí no tiene tanto atractivo, al menos para un servidor.
Como consejo, antes de jugar este juego debes jugar Assassin's Creed II y La Hermandad. Si no lo haces, pierde toda la gracia.
Resumiendo, un muy buen juego, en la línea de juegos anteriores, pero que da ciertas muestras de agotamiento de ideas. La historia está bien, pero no aporta mucho en comparación. Se cuenta de forma menos atrayente que en juegos anteriores, y la localización no tiene el encanto de otras ciudades. Además, las novedades no terminan de funcionar como deberían.
A cambio, tenemos una gran producción, con buenos gráficos, una recreación increíble del pasado y una jugabilidad a prueba de bombas, y volvemos a disfrutar de Ezio, uno de los mejores personajes que he visto en un videojuego. Tenemos la oportunidad de despedir a Ezio y Altair como se merecen, contando cómo confluyen sus caminos, y si sigues la serie sólo por eso ya merecería la pena.
Larga vida, Ezio Auditore da Firenze.
Nota personal: 8.5