Siguiente parada de la serie Assassin's Creed por ahora. Espero poder terminar Liberation en unos días y hacer la correspondiente review. Después os dejaré tranquilos un tiempo, con tanto asesino... Vamos al grano.
Assassin's Creed III tenía un gran reto por delante: Mejorar o al menos igualar el enorme Assassin's Creed II. ¿Lo ha logrado? Yo creo que no. Pero ha estado muy cerca. Veamos por qué.
Nueva entrega numerada, nuevo protagonista. Esta vez sustituimos a Ezio Auditore, que llevaba ya tres entregas en sobremesa y una en portátil, por Connor Kenway. Bueno, ese es su nombre inglés, porque su nombre original es impronunciable: Ratohnhaké:ton. Asimismo, este juego es el final de la historia de Desmond, que da por terminado su arco argumental, aunque no os voy a explicar cómo.
Como podéis intuir, el juego tiene una gran carga argumental. Termina con todos los cabos sueltos que quedaban respecto a Desmond, y además desarrolla una nueva historia relativa a Connor. Nuestro nuevo asesino es un mestizo, hijo de un inglés y una nativa norteamericana. Connor se cría entre los nativos, por lo que tiene una especial conexión con la naturaleza. Ese legado es muy importante, y afecta a todo el desarrollo del juego. Para empezar, nuestro asesino es un maestro consumado de la caza, lo que le puede reportar grandes beneficios. Está acostumbrado a escalar a los árboles, con lo que se abre todo un mundo. Ahora podemos infiltranos desde sus ramas, e incluso atacar a nuestros enemigos desde ellas. Desde lo alto tenemos nuevas formas de acabar con ellos, como colgarlos del árbol más cercano. Espectacular y útil.
Connor es un personaje con mucha personalidad. Le manejamos desde niño, y conocemos perfectamente todas sus motivaciones y habilidades. Vemos todos los pasos que va dando en su camino a convertirse en un gran asesino, y por el camino vemos cómo se forja una nación. Porque la historia se desarrolla en la guerra de independencia de los Estados Unidos. Connor se convierte así en una pieza más de todo el embrollo, de forma testimonial a veces, decisiva en ocasiones.
La verdad es que el tema no era mi favorito (hubiera preferido la Revolución Francesa, o el antiguo Egipto), pero lo cierto es que funciona a la perfección. Mucho mejor de lo que esperaba. Este es el juego con la historia más madura de la serie. Para empezar, el nivel de gore a subido varios enteros. Los asesinatos ya no son asépticos. Connor acaba cubierto de sangre con bastante facilidad. En cuanto a la historia en sí, por primera vez en un Assassin's Creed no está tan claro que los templarios sean tan malos. Vemos también sus motivaciones, lo que da una nueva dimensión. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. El juego está lleno de momentos memorables, con muchos giros de guión, no demasiado evidentes, y muy bien llevados. A veces, Connor se ve obligado a hacer cosas que no quiere hacer, incluso de moralidad dudosa. En el juego de intereses de la revolución, a veces los aliados no son ni lo virtuosos ni lo desinteresados que nos gustaría. Es muy bueno cómo se representan personajes como George Washington, bastante alejados del tópico estadounidense. Además, hay una relación muy interesante entre Connor y uno de sus enemigos, que se traduce en algunos de los mejores momentos. El mejor guión de la saga. Y con un final a la altura, aunque no guste a todos.
Tan sólo se puede decir que tiene un comienzo un poco... raro. No es que esté mal, pero tarda un poco en darte la libertad de hacer lo que quieras, y hasta la cuarta secuencia es mucho más lineal de lo habitual en un Assassin's Creed. Eso sí, después se desmelena. Y esas primeras secuencias son necesarias para que el argumento coja el peso que debe coger.
A esto ayuda también el ambiente. La América colonial no tiene nada que ver con las anteriores ambientaciones de la saga. Esta vez sólo tenemos dos ciudades: Boston y Nueva York. Las dos ciudades son bastante grandes, con muchas cosas que hacer. Pero no son ciudades como puedan ser Florencia o Constantinopla. Ni mucho menos Roma. Ni en tamaño ni en espectacularidad. Este es un nuevo mundo, y todo está por hacer. No hay enormes monumentos, ni grandes edificios. Todo es más pequeño, menos grandioso. No es fácil siquiera reconocer Nueva York, que no tiene nada que ver con la gigante megalópolis que existe hoy en día. No hay ninguno de sus grandes monumentos y edificios: Ni Estatua de la Libertad, ni rascacielos... Tan sólo el nombre de alguna de sus calles nos sonará, como Wall Street. A cambio tenemos "la frontera", un enorme espacio en campo abierto, que comunica las ciudades, donde viven nativos y los colonos, y donde tienen lugar algunas de las batallas.
En cuanto a aspectos jugables hay muchas novedades. Aparte del combate, que está revisado para mejor, y de las nuevas habilidades de Connor para asesinar, nos encontramos todo tipo de nuevas tareas. Podemos cazar para vender después las pieles y demás. Esto lleva a utilizar las tiendas para comprar y vender cosas. Es como en Assassin's Creed II, pero además de usar dinero podemos pagar "en especia". En AC3 desaparecen las tediosas novedades que introdujo Revelations: No hay defensa táctica de las guaridas ni fabricación artesanal de bombas, cosa que yo agradezco. A cambio, tampoco podemos mejorar nuestra defensa comprando nuevas piezas de armadura, lo que es un pequeño paso atrás. Además, ya no hay que comprar medicinas para curar a Connor. Cuando no esté en combate, se regenerará la vida automáticamente. Lo bueno es que en combate no puedes curarte, con lo que tampoco es un cambio negativo. No simplifica el combate, en todo caso lo hace más difícil.
Otra novedad es que en AC3 hay tiempo variable... de verdad. Puedes visitar la frontera en verano o en invierno, con la nieve llegándote a la cintura, lo que dificulta mucho tu avance o el del caballo. Además, los guardias verán tus huellas en la nieve. Incluso en verano, hay muchas tormentas. Es normal que se ponga a llover de pronto, o que la niebla lo cubra todo. Todo esto, aparte de estar muy bien hecho técnicamente, afecta mucho a cómo juegas.
Más cambios: Ya no hay cortesanas ni ladrones. A cambio, los reclutas que se unan a la hermandad irán añadiendo nuevas habilidades, como distraer a los guardias y cosas similares. En este sentido, hay muchos menos asesinos, pero los que hay son muy capaces y además no son genéricos, sino que tienen todos una historia detrás. Se elimina esa sensación que había en anteriores entregas de que tus asesinos, más que tus camaradas, eran tu carne de cañón. Se mantiene el sistema de encargo de misiones para subir experiencia, pero ahora se accede desde un menú en cualquier momento, sin necesidad de buscar un palomar.
Las ciudades son grandes, con lo que se mantiene el sistema de túneles usado desde La Hermandad, pero mejorado. Ahora debemos recorrer los angostos y oscuros túneles desde dentro, buscando las salidas al exterior. Lleva un buen tiempo de exploración, y quizá debían haberlo hecho algo más interesante, pero tampoco aburre. Una vez descubierta una salida, podemos desplazarnos a ella desde el mapa directamente.
En cuanto a misiones secundarias, hay muchísimo donde elegir. Aparte de las que hay repartidas por las ciudades y la frontera, tenemos otras que nos ayudarán a desarrollar nuestra hacienda. Son muchas, y no todas son igual de buenas, pero tenemos juego para rato. También tenemos retos de las sociedades de cazadores, misiones de los "hombres de la frontera" (en las que actuamos como un "cazador de mitos" del siglo 18), y por último, la mayor novedad de este juego: Las misiones navales. Estas misiones se desarrollan en el mar, con Connor al timón de un precioso barco de guerra, haciendo de capitán. La verdad es que son muy divertidas, fáciles de controlar y a veces bastante impresionantes, como cuando hay tormenta.
Una vez que podemos navegar se desbloquean también unas misiones especiales, las del capitán pirata, que nos llevan a juntar los cuatro fragmentos de un mapa del tesoro. Recuerdan a las misiones de las tumbas de Assassin's Creed II, y están muy bien resueltas, y con unos gráficos de excepción (son entornos más pequeños), recordando por momentos a los Uncharted.
Historia principal, secundarias, coleccionables, misiones navales, misiones de caza, de hombres de la frontera, de la hacienda, del capitán pirata, de reclutamiento, explorar túneles, conquistar fuertes a los británicos... tienes para horas y horas de juego. Y todo muy variado y para nada repetitivo.
Y luego queda el multijugador. Que es una mejora de lo visto en Revelations. Tampoco puedo opinar mucho, porque para mí es una anécdota.
Llegamos ya al aspecto técnico. Yo he probado la versión de PS3, por lo que en Xbox, en Wii U o en PC puede cambiar. Según las reviews, al parecer es sensiblemente mejor en PS3, pero no puedo corroborarlo. Respecto a juegos anteriores se nota un cambio grande a nivel gráfico. Las cinemáticas tienen una calidad enorme, con una gran expresividad facial y, esta vez sí, una muy buena sincronización labial. Las ciudades son muy detalladas, incluyendo por primera vez en la serie niños, perros, gallinas y muchos otros detalles que aportan mucha calidad. Hay carros moviéndose por las calles, perros guardianes que ladran al vernos, gente que se tropieza y tira lo que llevaba en la mano, etc. Las animaciones son sobresalientes como en toda la saga, pero esta vez hay muchas más, y son más naturales que nunca. Además, la implementación del tiempo variable es muy buena, a años luz de los juegos anteriores. Por no mencionar las batallas navales, que son sobrecogedoras por su realismo gráfico, sobre todo cuando hay una buena tormenta. Gran apartado técnico.
A cambio, el juego salió con muchos bugs. Desde capas que se pierden dentro del caballo, a popping, que puede llegar a ser escandaloso en algunos momentos. A veces un personaje se queda atascado y es incapaz de continuar, o tu caballo se queda atrapado en una piedra y tienes que bajarte de él... cosas de esas. Mucho más que en cualquier otro juego de la saga. Normalmente no afecta a la jugabilidad, pero hay algún bug que rompe bastante "el hechizo". Como que un personaje que has visto morir en la historia principal esté milagrosamente vivo cuando empiezas una misión secundaria (y cuando la acabas vuelve a estar muerto, claro). Parece que se les ha echado el tiempo encima y no han podido depurarlo correctamente. Es algo que afea mucho el resultado final, que por otro lado es espectacular. También es verdad que Ubisoft acaba de publicar un parche que corrige innumerables bugs de todo tipo. No he podido probarlo, no puedo decir cómo mejora la experiencia.
Para ir terminando, Assassin's Creed III es un juegazo. Tiene esa magia que pocos juegos tienen. La historia es absorvente, el protagonista es carismático, la jugabilidad maravillosa... Tan sólo se le puede achacar que tiene muchos bugs, lo que acaba siendo molesto, y que la trama tarda un poco en arrancar. Por lo demás, un grandísimo juego, plagado de novedades pero fiel a la saga a la que pertenece.
Nota: 9.4 (Si corrigen los bugs, le daría un 9.8, para ponerlo justo por debajo de AC2 ;))
PD: Para todos aquellos que renegáis de los juegos nuevos, PROBAD esta serie, a partir del 2.
Assassin's Creed III tenía un gran reto por delante: Mejorar o al menos igualar el enorme Assassin's Creed II. ¿Lo ha logrado? Yo creo que no. Pero ha estado muy cerca. Veamos por qué.
Nueva entrega numerada, nuevo protagonista. Esta vez sustituimos a Ezio Auditore, que llevaba ya tres entregas en sobremesa y una en portátil, por Connor Kenway. Bueno, ese es su nombre inglés, porque su nombre original es impronunciable: Ratohnhaké:ton. Asimismo, este juego es el final de la historia de Desmond, que da por terminado su arco argumental, aunque no os voy a explicar cómo.
Como podéis intuir, el juego tiene una gran carga argumental. Termina con todos los cabos sueltos que quedaban respecto a Desmond, y además desarrolla una nueva historia relativa a Connor. Nuestro nuevo asesino es un mestizo, hijo de un inglés y una nativa norteamericana. Connor se cría entre los nativos, por lo que tiene una especial conexión con la naturaleza. Ese legado es muy importante, y afecta a todo el desarrollo del juego. Para empezar, nuestro asesino es un maestro consumado de la caza, lo que le puede reportar grandes beneficios. Está acostumbrado a escalar a los árboles, con lo que se abre todo un mundo. Ahora podemos infiltranos desde sus ramas, e incluso atacar a nuestros enemigos desde ellas. Desde lo alto tenemos nuevas formas de acabar con ellos, como colgarlos del árbol más cercano. Espectacular y útil.
Connor es un personaje con mucha personalidad. Le manejamos desde niño, y conocemos perfectamente todas sus motivaciones y habilidades. Vemos todos los pasos que va dando en su camino a convertirse en un gran asesino, y por el camino vemos cómo se forja una nación. Porque la historia se desarrolla en la guerra de independencia de los Estados Unidos. Connor se convierte así en una pieza más de todo el embrollo, de forma testimonial a veces, decisiva en ocasiones.
La verdad es que el tema no era mi favorito (hubiera preferido la Revolución Francesa, o el antiguo Egipto), pero lo cierto es que funciona a la perfección. Mucho mejor de lo que esperaba. Este es el juego con la historia más madura de la serie. Para empezar, el nivel de gore a subido varios enteros. Los asesinatos ya no son asépticos. Connor acaba cubierto de sangre con bastante facilidad. En cuanto a la historia en sí, por primera vez en un Assassin's Creed no está tan claro que los templarios sean tan malos. Vemos también sus motivaciones, lo que da una nueva dimensión. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. El juego está lleno de momentos memorables, con muchos giros de guión, no demasiado evidentes, y muy bien llevados. A veces, Connor se ve obligado a hacer cosas que no quiere hacer, incluso de moralidad dudosa. En el juego de intereses de la revolución, a veces los aliados no son ni lo virtuosos ni lo desinteresados que nos gustaría. Es muy bueno cómo se representan personajes como George Washington, bastante alejados del tópico estadounidense. Además, hay una relación muy interesante entre Connor y uno de sus enemigos, que se traduce en algunos de los mejores momentos. El mejor guión de la saga. Y con un final a la altura, aunque no guste a todos.
Tan sólo se puede decir que tiene un comienzo un poco... raro. No es que esté mal, pero tarda un poco en darte la libertad de hacer lo que quieras, y hasta la cuarta secuencia es mucho más lineal de lo habitual en un Assassin's Creed. Eso sí, después se desmelena. Y esas primeras secuencias son necesarias para que el argumento coja el peso que debe coger.
A esto ayuda también el ambiente. La América colonial no tiene nada que ver con las anteriores ambientaciones de la saga. Esta vez sólo tenemos dos ciudades: Boston y Nueva York. Las dos ciudades son bastante grandes, con muchas cosas que hacer. Pero no son ciudades como puedan ser Florencia o Constantinopla. Ni mucho menos Roma. Ni en tamaño ni en espectacularidad. Este es un nuevo mundo, y todo está por hacer. No hay enormes monumentos, ni grandes edificios. Todo es más pequeño, menos grandioso. No es fácil siquiera reconocer Nueva York, que no tiene nada que ver con la gigante megalópolis que existe hoy en día. No hay ninguno de sus grandes monumentos y edificios: Ni Estatua de la Libertad, ni rascacielos... Tan sólo el nombre de alguna de sus calles nos sonará, como Wall Street. A cambio tenemos "la frontera", un enorme espacio en campo abierto, que comunica las ciudades, donde viven nativos y los colonos, y donde tienen lugar algunas de las batallas.
En cuanto a aspectos jugables hay muchas novedades. Aparte del combate, que está revisado para mejor, y de las nuevas habilidades de Connor para asesinar, nos encontramos todo tipo de nuevas tareas. Podemos cazar para vender después las pieles y demás. Esto lleva a utilizar las tiendas para comprar y vender cosas. Es como en Assassin's Creed II, pero además de usar dinero podemos pagar "en especia". En AC3 desaparecen las tediosas novedades que introdujo Revelations: No hay defensa táctica de las guaridas ni fabricación artesanal de bombas, cosa que yo agradezco. A cambio, tampoco podemos mejorar nuestra defensa comprando nuevas piezas de armadura, lo que es un pequeño paso atrás. Además, ya no hay que comprar medicinas para curar a Connor. Cuando no esté en combate, se regenerará la vida automáticamente. Lo bueno es que en combate no puedes curarte, con lo que tampoco es un cambio negativo. No simplifica el combate, en todo caso lo hace más difícil.
Otra novedad es que en AC3 hay tiempo variable... de verdad. Puedes visitar la frontera en verano o en invierno, con la nieve llegándote a la cintura, lo que dificulta mucho tu avance o el del caballo. Además, los guardias verán tus huellas en la nieve. Incluso en verano, hay muchas tormentas. Es normal que se ponga a llover de pronto, o que la niebla lo cubra todo. Todo esto, aparte de estar muy bien hecho técnicamente, afecta mucho a cómo juegas.
Más cambios: Ya no hay cortesanas ni ladrones. A cambio, los reclutas que se unan a la hermandad irán añadiendo nuevas habilidades, como distraer a los guardias y cosas similares. En este sentido, hay muchos menos asesinos, pero los que hay son muy capaces y además no son genéricos, sino que tienen todos una historia detrás. Se elimina esa sensación que había en anteriores entregas de que tus asesinos, más que tus camaradas, eran tu carne de cañón. Se mantiene el sistema de encargo de misiones para subir experiencia, pero ahora se accede desde un menú en cualquier momento, sin necesidad de buscar un palomar.
Las ciudades son grandes, con lo que se mantiene el sistema de túneles usado desde La Hermandad, pero mejorado. Ahora debemos recorrer los angostos y oscuros túneles desde dentro, buscando las salidas al exterior. Lleva un buen tiempo de exploración, y quizá debían haberlo hecho algo más interesante, pero tampoco aburre. Una vez descubierta una salida, podemos desplazarnos a ella desde el mapa directamente.
En cuanto a misiones secundarias, hay muchísimo donde elegir. Aparte de las que hay repartidas por las ciudades y la frontera, tenemos otras que nos ayudarán a desarrollar nuestra hacienda. Son muchas, y no todas son igual de buenas, pero tenemos juego para rato. También tenemos retos de las sociedades de cazadores, misiones de los "hombres de la frontera" (en las que actuamos como un "cazador de mitos" del siglo 18), y por último, la mayor novedad de este juego: Las misiones navales. Estas misiones se desarrollan en el mar, con Connor al timón de un precioso barco de guerra, haciendo de capitán. La verdad es que son muy divertidas, fáciles de controlar y a veces bastante impresionantes, como cuando hay tormenta.
Una vez que podemos navegar se desbloquean también unas misiones especiales, las del capitán pirata, que nos llevan a juntar los cuatro fragmentos de un mapa del tesoro. Recuerdan a las misiones de las tumbas de Assassin's Creed II, y están muy bien resueltas, y con unos gráficos de excepción (son entornos más pequeños), recordando por momentos a los Uncharted.
Historia principal, secundarias, coleccionables, misiones navales, misiones de caza, de hombres de la frontera, de la hacienda, del capitán pirata, de reclutamiento, explorar túneles, conquistar fuertes a los británicos... tienes para horas y horas de juego. Y todo muy variado y para nada repetitivo.
Y luego queda el multijugador. Que es una mejora de lo visto en Revelations. Tampoco puedo opinar mucho, porque para mí es una anécdota.
Llegamos ya al aspecto técnico. Yo he probado la versión de PS3, por lo que en Xbox, en Wii U o en PC puede cambiar. Según las reviews, al parecer es sensiblemente mejor en PS3, pero no puedo corroborarlo. Respecto a juegos anteriores se nota un cambio grande a nivel gráfico. Las cinemáticas tienen una calidad enorme, con una gran expresividad facial y, esta vez sí, una muy buena sincronización labial. Las ciudades son muy detalladas, incluyendo por primera vez en la serie niños, perros, gallinas y muchos otros detalles que aportan mucha calidad. Hay carros moviéndose por las calles, perros guardianes que ladran al vernos, gente que se tropieza y tira lo que llevaba en la mano, etc. Las animaciones son sobresalientes como en toda la saga, pero esta vez hay muchas más, y son más naturales que nunca. Además, la implementación del tiempo variable es muy buena, a años luz de los juegos anteriores. Por no mencionar las batallas navales, que son sobrecogedoras por su realismo gráfico, sobre todo cuando hay una buena tormenta. Gran apartado técnico.
A cambio, el juego salió con muchos bugs. Desde capas que se pierden dentro del caballo, a popping, que puede llegar a ser escandaloso en algunos momentos. A veces un personaje se queda atascado y es incapaz de continuar, o tu caballo se queda atrapado en una piedra y tienes que bajarte de él... cosas de esas. Mucho más que en cualquier otro juego de la saga. Normalmente no afecta a la jugabilidad, pero hay algún bug que rompe bastante "el hechizo". Como que un personaje que has visto morir en la historia principal esté milagrosamente vivo cuando empiezas una misión secundaria (y cuando la acabas vuelve a estar muerto, claro). Parece que se les ha echado el tiempo encima y no han podido depurarlo correctamente. Es algo que afea mucho el resultado final, que por otro lado es espectacular. También es verdad que Ubisoft acaba de publicar un parche que corrige innumerables bugs de todo tipo. No he podido probarlo, no puedo decir cómo mejora la experiencia.
Para ir terminando, Assassin's Creed III es un juegazo. Tiene esa magia que pocos juegos tienen. La historia es absorvente, el protagonista es carismático, la jugabilidad maravillosa... Tan sólo se le puede achacar que tiene muchos bugs, lo que acaba siendo molesto, y que la trama tarda un poco en arrancar. Por lo demás, un grandísimo juego, plagado de novedades pero fiel a la saga a la que pertenece.
Nota: 9.4 (Si corrigen los bugs, le daría un 9.8, para ponerlo justo por debajo de AC2 ;))
PD: Para todos aquellos que renegáis de los juegos nuevos, PROBAD esta serie, a partir del 2.