Buenas a todos,
Halllábame yo nostálgico y pensando, a mis 33 inviernos y con dos criaturas pequeñas a cargo, cómo había caído presa de la desídia en materia videojueguil. Siendo mi principal afición y pasión desde que tengo uso de razón a partir de una NES, jugué a mucho, compré aún más, y pese a ello, con el tiempo fuí deshaciéndome de mi patrimonio por causas que la edad trae de serie.
Ocio de otro tipo, viajes, mujer(es), trabajo...
Pese a ello siempre latía esa pasión por los videojuegos, y entraron en casa las 360 y PS3 de turno, o las actuales de Sony y Microsoft, portátiles a parte. Entraron por pura incercia, ya que no las alimenté mucho. Siempre he estado actualizado, leyendo foros a diario, y puntualmente compraba juegos, pero sin continuidad, sin alegría. Desganado. Consumía videojuegos por la inercia del pasado y por esa vocecilla del crío que todos llevamos dentro que seguía sonando con un hilillo de voz.
Llevo años disfrutando más del hype por hardware nuevo, que en disfrutarlo cuando lo tengo en casa. Y, este verano, por casualidades azarosas de la vida, he podido parar y reflexionar sobre la vida, y sobre lo poco que disfruto del ínfimo tiempo que tengo para divertirme, y de las obligaciones, cómo no.
Llegados a este punto, analicé por qué no me lo paso bien últimamente con este mundillo. Ví que me repugnan ciertas dinámicas de la indústria actual que no tiene visos de cambiar. Observé que, a veces, poco queda de todos aquellos años en los que muchos juegos estimulaban mi sentido de la maravilla. Y, pensé, qué demonios, vamos a probar cosas nuevas... no nuevas.
Y la verdad es que nunca me había planteado lo retro. Ni coleccionar ni consumir para probar y jugar. Y tampoco, por seguir con esta colección de palabros honestos, me planteé a Sega en su momento como una alternativa que encajara con mis gustos, vaya usted a saber por qué. Y hete aquí como, casi sin planteármelo, acabo el verano con trabajo nuevo y más tiempo libre, y, una Dreamcast más dos Saturn en casa, razón por la que me presento hoy aquí.
Llevo dos meses completamente obsesionado y absorbido con estas dos consolas. Podcasts, foros extranjeros, webs, artículos, Kalinske, las transparencias del Burning Rangers, el ensamblador domado por Yu, y un basto etcétera.
Enamorado de la trágica bicefalia de Sega, ignorante en sus productos y catálogos.. y cuando me quise dar cuenta, tuve ya en casa una Saturn pal, una preciosa Saturn blanca nipona, mandos diferentes (maldito skeletor, me pones y me faltas), sumado a una Dreamcast pal con sus dos pads y VMU´s de rigor.
Más un Sega Rally, un SF Zero, un Virtua Fighter 2 y un Nights nipones, los primeros aperitivos para ellas.
De modo que por aquí vais a verme a menudo, como novato, lanzando cuestiones acerca de Actions Replay y demás mandanga.
Agradezco por delante todo lo aprendido de mis lecturas por estos foros, que ha sido mucho, y a quien llegue hasta aquí leyendo las tribulaciones de un neonato en la familia Seguera.
Saludos!