Sí, ¡Paprium!. Y por favor, pronunciadlo con un acento en la i, que es como proclama orgullosamente su augusto nombre este sorprende cartucho para Sega Mega Drive. Y es sorprendente en tantos aspectos que uno no puede dejar de maravillarse por tenerlo finalmente en las manos. Porque, para qué engañarse, lo más sorprendente de Paprium es su propia existencia.

Pero vamos con un poco de historia, que es jugosa. Paprium nos llega por obra y gracia de Watermelon. Este estudio surgió de forma prácticamente casual, cuando un grupo de colegas en un foro decidieron ponerse, a mediados de la década de los 2000, a programar un nuevo juego de rol para Mega Drive. El proyecto empezó como una obra de aficionados, pero pronto empezó a crecer en ambición y alcance. Se fue incorporando más y más gente, artistas, programadores, músicos... así, en 2010 llegaba al mercado la primera obra de Watermelon, Pier Solar and the Great Architects.



El juego no era en absoluto lo que uno suele asociar a un proyecto homebrew o similares. Se trataba de una obra compleja, de decenas de horas de duración, comparable a cualquier gran juego de rol lanzado durante la vida comercial del sistema, que además tenía ciertas características muy novedosas. Por ejemplo, se podía adquirir un CD-Rom para su utilización en el Mega-CD como apoyo al apartado sonoro, cosa que nunca hizo ningún lanzamiento comercial. Su lanzamiento, en formato físico, estaba muy cuidado, con una calidad de acabados y contenidos espectacular, incluyendo un cartucho de 64 MB (el mayor tamaño para un cartucho de Mega Drive hasta entonces), manual de intrucciones en varios idiomas a todo color, pegatinas y un largo etcétera. El juego en sí estaba a un gran nivel, aunque es verdad que ciertos picos de dificultad y algún diseño de niveles no muy acertado lo alejaban de pelear con Phantasy Star IV o Shining Force 2 por el trono del género en la máquina. Aún así, fue muy bien recibido, siendo el primer lanzamiento de peso para Mega Drive desde su muerte comercial, y siendo portado después a otros sistemas en una versión HD también muy trabajada que incluso tuvo lanzamiento para Dreamcast.



Es en pleno éxito de Pier Solar, cuando todos los segueros de pro estábamos alucinados con el resultado obtenido, cuando Watermelon nos propone financiar dos nuevos proyectos. Uno sería un nuevo juego para Super Nintendo. El otro sería Project Y, con destino a la conocida Mega Drive. Ni que decir tiene que me lancé de cabeza. El proceso de mecenazgo fue interesante. Periódicamente se hacían encuestas entre todos los inversores, en las cuáles se definirían los principales aspectos del juego, como su género, el número de jugadores, el número de personajes elegibles, el estilo artístico... durante un par de años los inversores estuvimos bastante involucrados, y teníamos noticias de Watermelon de forma habitual. Pero todo cambió al terminar las encuestas. Watermelon permaneció en silencio trabajando en el juego durante un tiempo. Y de pronto las cosas empezaron a torcerse. Algunos de los miembros fundadores del estudio, como Tullio, salían del mismo por desavenencias con Fonzie, principal programador y cabeza pensante del proyecto. Fonzie, al parecer, es una persona con gran talento para la programación, pero con ciertas peculiaridades de trato. Quedó a cargo del proyecto (y del estudio) y a partir de ese momento poco más supimos, más allá de algunos comentarios de algún otro miembro del equipo en el sentido de que tuviéramos paciencia, que todo progresaba bien. Sin embargo las noticias eran cada vez más escasas, y empezó a airearse públicamente los enfrentamientos entre miembros del grupo. No ayudaba que la actitud de Fonzie cuando aparecía no era precisamente humilde. Al parecer hubo problemas con PayPal, que congeló los fondos impidiendo al estudio comenzar la producción cuando debía, lo que a su vez generó problemas con las fábricas en China. Hubo un episodio especialmente lamentable cuando, en un viaje a China, Air France perdió unos kits de desarrollo. Fonzie escribió a los inversores llamando a que boicoteáramos a la compañía y les escribiésemos pidiendo explicaciones... para nuestra sorpresa y desolación. El último movimiento fue cuando, a finales de 2018, Fonzie organizó una fiesta en París para inversores. En esa época incluso se creó un anuncio muy impresionante del juego, anunciándose su nombre definitivo, y prometiéndose el lanzamiento antes de fin de ese año. Curiosamente, en la fiesta había Mega Drives con el juego incompleto, en un estado que no invitaba al optimismo. Después de aquello no se volvió a saber de Paprium o Watermelon.

El anuncio, eso sí... era brutal



Del juego de Super Nintendo, por cierto, jamás volvimos a saber nada, y actualmente sabemos que fue cancelado. En el tiempo transcurrido la gente incluso se organizó para demandar conjuntamente a Watermelon. En esas estábamos cuando a finales de 2020, perdida ya toda esperanza, los inversores recibimos un correo de Watermelon para confirmar nuestra dirección. Y, efectivamente, poco después el juego me llegó a casa, el 14 de diciembre de 2020. La sensación fue como la de asistir a un milagro... ya nadie pensábamos que Paprium fuera a ver la luz del día.



Pero, ¿qué nos ofrece Paprium? En cuanto a número brutos, es una bestia. Hablamos de un cartucho de 80 MB, lo que supera ampliamente los 64 MB de Pier Solar y dobla los 40 MB de Super Street Fighter 2, el mayor lanzamiento durante la vida comercial de la consola. Watermelon no se ha andado con chiquitas, y ha incluido en cada cartucho un procesador adicional de diseño propio, el DT128M16VA1LT, también llamado Datenmeister, que entre otras lindezas habilita al juego hasta 24 canales de audio de calidad. También se usa en descompresión de datos, lo que unido a su enorme tamaño (para ser una Mega Drive) nos da un juego que está más cerca en lo técnico de un juego de Neo Geo que de lo habitual en Mega Drive.



Lo cierto es que técnicamente Paprium es sobresaliente. Enormes sprites en grandes cantidades y soberbiamente animados, en un juego de acción en el que es muy difícil ver ralentizaciones con la pantalla llena de enemigos. Escenarios vivos, animados, llenos de efectos como niebla. Es asombroso ver cómo se han sorteado ciertas limitaciones del hardware con inteligencia y programaciones adecuadas. En concreto, han logrado mostrar más de 90 sprites simultáneos mediante algún tipo de conjuro arcano. Es alucinante ver lo que te pone en pantalla, especialmente en los modos de dificultad Muy Difícil o Paprium, aunque al precio de que a veces tendremos un parpadeo de sprites de esos que eran normales en Master System o NES, pero rarísimos en una 16 bits. Pero oye, si a cambio nos dan diez o más enemigos atacando a dos jugadores sin ralentizaciones pues no nos vamos a quejar. Además, el juego nos sorprende con efectos de zoom o transparencias simulados, y es raro el escenario que no tiene algún detalle que nos hubiera volado la cabeza en 1993, como reflejos en un espejo, niebla o las holas del mar rompiendo en primer plano. A esto hay que añadir un uso muy inteligente del color, cuya paleta hace que nos olvidemos de la dichosa limitación a 64 colores en pantalla del vetusto hardware de Sega. Es verdad que no todos los escenarios están al mismo nivel, pero es que entre todas las rutas posibles hay más de 24 niveles diferentes, cada uno de ellos con distintas zonas, rutas alternativas, etc



Paprium tiene un impresionante trabajo artístico detrás, con un objetivo claro: crear un mundo cyberpunk noventero como marco para un beat'em up de los de toda la vida. Para dejarlo claro, a nivel de sprites, número de personajes en pantalla, animación de los escenarios, tratamiento del color, rendimiento y demás Paprium parece más un juego arcade de principios de los 90 que un juego lanzado en la misma plataforma que Streets of Rage. Está a un nivel no visto en la consola, superando (y es mucho decir) a cualquier lanzamiento comercial, incluyendo Streets of Rage 2, Super Street Fighter 2 y cualquier otro. 30 años de evolución del sistema y un chip adicional han obrado el milagro.



¿Lo hace eso el mejor juego del sistema? Por supuesto que no, pero no dejaremos de asombrarnos por lo que ha logrado Watermelon con este juego. Un tema importante, en el que el Datenmeister tiene mucho que decir, es el audio. Se nota, y mucho, esos 24 canales de audio. También se nota que el juego está lleno de samples de voz de muy alta calidad. Paprium tiene un narrador, como si de un combate de lucha libre se tratase, que de vez en cuando grita en función de lo que ocurre en pantalla, dándole al juego una personalidad muy particular. Es normal que llegue un enemigo importante y se oiga Approaching!!! y cosas así. En cuanto a la música, su calidad técnica es apabullante... aunque artísticamente tenga algún altibajo. En concreto, la música de la primera pantalla es bastante machacona, aunque afortunadamente una vez pasada no volvemos a tener ninguna pieza similar. El resto están a buen nivel. No esperéis el genio de Yuzo Koshiro en Streets of Rage (eso es inalcanzable), pero sí música de calidad. A veces de mucha calidad, y desde luego con personalidad propia.



Los logros y aportaciones de Paprium no terminan en lo exclusivamente técnico, aunque todo está relacionado. El menú principal tiene tres posibles opciones: Arcade, Original y el menú de opciones. El último permite configurar cosas como el fuego amigo, opciones de audio y alguna otra cosa, como el idioma. Paprium viene traducido a varios, incluyendo inglés, japonés, español, alemán, francés y portugués. La traducción al español es bastante buena, y quedan traducidos tanto los menús como los textos del mismo juego. Desgraciadamente me he encontrado con que se han dejado algunos por traducir: los textos que describen las misiones al final de las rutas están en inglés, como si se hubieran olvidado de ellos al hacer la traducción al español.



El juego, además, guarda las configuraciones y resultados, lo que permite desbloquear personajes y otros aspectos en función de distintos criterios. Aunque empezamos con 3 personajes seleccionables, podemos desbloquear otros 4. También desbloqueamos nuevos caminos para el modo arcade, aspectos alternativos, etc. El nivel de dificultad Paprium es también desbloqueable. El modo arcade es el habitual de cualquier juego de este estilo, en el que jugamos un único camino. Lo interesante, sin embargo, es el modo original. Su principal diferencia es que está plagado de caminos alternativos, con tres finales de ruta posibles y un cuarto a desbloquear. Cada final tiene su propio jefe final, y si lo vencemos podremos entronar a nuestro personaje. El personaje queda bloqueado, y si volvemos a jugar esa ruta con otro nos encargará una misión, con su propio jefe final. Así hasta tres veces por ruta. En cada una podemos ir eligiendo por donde continuar, descubriendo atajos entre los niveles (que pueden cambiarnos de ruta), habitaciones secretas, nuevos personajes, obteniendo llaves que nos permitirán acceder a otras zonas.... De hecho, en Paprium la muerte no es más que el principio. Literalmente.



Si nos matan definitivamente nuestra siguiente partida comienza con nuestro personaje atado en una ubicación a la que no podríamos llegar de otra manera. Impresionante. Todo esto nos lleva a un total de más de 24 niveles, desde una fábrica hielo a un barco de lujo, pasando por el metro o la necesaria comisaría de policía. Una partida puede llevar alrededor de una hora, durante la que recorrerás entre 5 y 10 niveles, dependiendo de los caminos elegidos, pero para obtener el final deberás cumplir todas las misiones de las tres rutas y adentrarte en la última. Y así obtendrás sólo un final, pero para conseguir el final bueno deberás repetir todo en dificultad Paprium. Esto implica una enorme rejugabilidad, mejorando lo visto en ese sentido en juegos como Streets of Rage 4. Vamos, hay Paprium para rato.



Esta cantidad de caminos hace la partida a veces un poco impredecible, lo cuál es bueno. Eso sí, en una de las primeras partidas acabé dos veces en el metro y me terminé un camino con un jefe final muy descafeinado... me generó una sensación un poco amarga, pero luego he comprobado que sólo fue una mala elección de caminos. El hecho es que claro, no todas las rutas son igual de buenas. Dependiendo de tus elecciones puedes acabar con un juego corto, con pantallas repetidas y un jefe final nada memorable. Pero no es lo normal, y realmente no hace más que añadir opciones jugables. Porque hay un buen surtido de jefes, en eso no tengáis preocupación.



Y llegamos al meollo de la cuestión: lo jugable. ¿Está Paprium a la altura en el aspecto más importante de un beat'em up? Pues sí, aunque no es perfecto. Empezando por lo bueno, el rendimiento es sólido como una roca. Watermelon asegura que mantiene los 60 fps constantes. Me lo creo. No hay ralentizaciones aún con la pantalla llena de enemigos (más de 10 sin problemas a dos jugadores) y con efectos de todo tipo. Esto es algo importante en un brawler, así que punto para Paprium. como comentaba, es verdad que a veces hay mucho parpadeo de sprites, pero si es el precio a pagar bienvenido sea. Las animaciones son también super fluidas, aunque en este punto hay que decir que no todas están al mismo nivel. Por ejemplo, los lanzamientos de Tug son un poco ortopédicos. Pero no afecta jugablemente, y es más por buscar algo medianamente imperfecto que porque sea algo notable, así que de nuevo, punto para Paprium. Y es que cuesta mucho encontrarle defectos a este juego.



Nuestros personajes tienen una buena variedad de movimientos. A los saltos y puñetazos, ejecutados con C y B, añadimos la carrera y un movimiento de embestida, pulsando dos veces en una dirección y ataque. También podemos cubrirnos (con su propio botón en un mando de 6 botones), y machacar a los enemigos en el suelo. Por último, tenemos un movimiento especial pulsando A, que arranca una especie de modo salvaje durante un tiempo limitado, durante el que haremos mucho más daño. Para activarlo necesitamos pastillas de Blu, una droga muy peligrosa... si nos pasamos con ella nos haremos adictos y nuestro personaje no podrá luchar bien: la barra de vida tiene una parte azul al principio, y cuando la vida llega a ella el personaje entra en modo crisis y sus golpes hacen menos daño y no puede correr sin agotarse. Esa parte azul aumentará cuanto más blu consumamos... aunque también aumentará la barra de blu, que indica cuanto nos dura el efecto de las pastillas, que además nos recuperarán la vida hasta donde llegue la barra azul si las consumimos. Difícil elección: ¿tener un nivel de adicción alto y potenciar los especiales? ¿O mantenerla pequeña y asegurarnos que la mayoría del tiempo luchamos con un personaje en condiciones?



La jugabilidad en general están muy inspirada en Streets of Rage 2, así que estaréis cómodos enseguida. De hecho, vais a encontrar muchísimos guiños a Streets of Rage, pero también a Final Fight, Cadillacs and Dinosaurs o incluso a Shinobi.



Tampoco faltarán las armas repartidas por el escenario, e incluso monturas a lo Golden Axe. Watermelon no esconde sus referencias, y el juego es un continuo homenaje a sus maestros. Todo ello, por supuesto, con dos jugadores simultáneos en modo cooperativo. Curiosamente, si tenemos un Mega-CD, podremos dejar que la CPU del add-on controle al jugador 2, permitiéndonos jugar a dobles estando solos.



Pero no todo puede ser perfecto. El único defecto jugable que podemos encontrar en Paprium es la inteligencia de los enemigos en los modos normal y difícil. O más bien su falta de inteligencia. La mayoría de los enemigos lo único que hacen es lanzarse a por ti sin más ceremonia. No intentan rodearte ni adoptan estrategias de grupo, como sí hacen en otras vacas sagradas del género. Hay algunos enemigos que tienen ataques a distancia, pero la norma general es que intenten acercarse y pegarte sin más. Es incluso habitual ver cómo se quedan quietos, esperando su turno para que les aplastes a golpes. El juego lo maquilla lanzándote toneladas de enemigos a la vez, por lo que tampoco te aburres, pero es verdad que hay poco margen para la estrategia. Incluso en modo difícil (que es la dificultad por defecto) es raro perder vidas, y mucho menos continuar. Los jefes finales son algo más correosos, pero ni siquiera ellos suponen ningún reto serio. La solución es sencilla: pasar rápido al modo muy difícil, las tres estellas, donde sí tendréis un reto en condiciones y enemigos mucho más correosos. Y lo dice alguien que no es de ponerse los juegos en difícil. Siempre podéis jugar hasta desbloquear la dificultad Paprium, que añade un nivel más de desafío.



Conclusiones:

Paprium es una gozada. Doble si tenemos en cuenta que ya no lo esperábamos. Es un cartucho sorprendente que te demuestra que no importa cuánto tiempo o limitaciones tenga un hardware, sino el interés y el talento de los programadores. Si este juego hubiera salido en 1995 estaría en el top 20 de Mega Drive de todos los expertos sin ninguna duda. Calidad tiene de sobra, y es llamativo que plantea una buena cantidad de novedades en un género que se suponía muerto hace 20 años. Es más novedoso, por ejemplo, que Streets of Rage 4, juego reciente que también aportó frescura al género. Si tuviera que comparar ambos, diría que están parejos en calidad: quizá SOR4 mantiene una ligera ventaja jugable, pero a cambio Paprium es más innovador. Los méritos de Paprium son innegables. Es un gran juego por sus propios medios, innova, aporta ideas y, lo mejor, es muy divertido y rejugable. Ya es hora de olvidarse de Air France, de la salida de Tullio del estudio y de las bravuconadas de Fonzie. El legado de Watermelon resonará en el catálogo de Mega Drive, y ya puede poner su nombre junto al de Treasure, Technosoft, Capcom, Konami y el resto de grandes estudios que alimentaron Mega Drive con leyendas. Paprium está ahí, con los grandes.

NOTA: 9.5

Lo mejor:
- Técnicamente es apabullante.
- Fluido hasta límites increíbles.
- ¿De verdad esto lo mueve una Mega Drive?
- Muy rejugable y lleno de secretos.
- Muy divertido.

Lo peor:
- El parpadeo de sprites.
- La machacona música de la primera pantalla.
- Algún bug, aunque normalmente no afectan a la experiencia.
- Enemigos bastante tontos, al menos hasta el nivel de dificultad hard. Aunque la solución te la da el propio juego.
- Que tu Mega Drive sea uno de esos modelos de primera hornada en los que no funciona.


Curiosidades:
- Paprium sólo funciona en Mega Drive originales: No funciona en la mayoría de consolas clónicas ni, por supuesto, en emuladores. Tampoco con algún tipo concreto de Mega Drive 1, cosa que esperan solucionar en futuras ediciones. Yo lo he jugado en Genesis Nomad (que internamente es una Mega Drive II) y en mi CDX con 32X insertado. Sin problemas.

- La primera vez que introduces el juego aparece una versión tipo Atari VCS... es una troleada de Fonzie por todo el revuelo.



Sólo aparece la primera vez, o introduciendo el cartucho en algunas consolas clónicas. También puedes sacarlo si tiene una 32X: desconecta la 32 de la luz y saca la salida de video directamente de la Mega Drive, y aparecerá este juego atarioso.

- El juego no se ha librado de algún bug. Una vez tuve que resetear la consola porque me aparecían los gráficos corruptos, y el estudio avisa de que tras desbloquear a algunos personajes aparecen como seleccionables incorrectamente en el modo original, generando errores.

- Hasta ahora sólo ha llegado a los inversores. En primavera llegarán más unidades, pero a precios astronómicos de más de 100 euros. Sinceramente... dada la calidad de los materiales y del propio juego, lo vale.

- El cartucho incluye un puerto mini jack: Al parecer insertando un cable y conectándolo a un PC o móvil con conexión a Internet, Paprium permitirá el juego online... aunque es una funcionalidad aún en desarrollo por el estudio.

- En las primeras unidades es normal que haya algo suelto dentro del cartucho. Es una plaquita de metal que cubre el Datenmeister. Yo he tenido que abrir el cartucho y fijarla de nuevo. Por cierto, el cartucho está cuidado hasta por dentro.



- La versión para inversores es absolutamente impresionante. Esta edición ya no volverá a estar disponible, según el estudio. Todo, desde los contenidos hasta la calidad de materiales es de primerísimo nivel.



- Junto con el juego se ha lanzado un arcade stick de calidad, llamado Grand Stick III. Desgraciadamente ya no hay stock, como del propio juego, aunque es de esperar que vuelva a haber en primavera.



De regalo, mi improvisado ranking de beat'em ups en Mega Drive:
1.- Streets of Rage 2
2.- Paprium / TMNT: The Hyperstone Heist / Streets of Rage 3 (versión japonesa)
3.- Streets of Rage
4.- The Punisher
5.- Golden Axe
6.- Golden Axe 2
7.- Golden Axe 3
8.- Mazin Wars
9.- Battletoads
10.- Water Margin: The Tales of Clouds and Winds