#2 Jasvy 16 Noviembre 2018, 02:18 PM
Uffff... claro, claro que se añoran.
Si hoy en día hubiera salones recreativos (de verdad, no dos máquinas en estado lamentable perdidas en un rincón de un centro comercial) seguro que seguiría pasando de vez en cuando.
Los "recres" o "billares" eran templos. Allí nos reuníamos de manera religiosa a disfrutar de las grandes maravillas del videojuego provenientes de tierras lejanas. Y digo disfrutar, que no jugar. Cada partida valía 25 pesetas en una máquina normal, pero había otras que valían hasta 100 pesetas. Eso significa que en mi caso, de chaval, quizá tenía dinero para jugar dos o tres partidas en una semana. Quizá hasta cuatro o cinco, pero no más. Eso hacía que te limitases a determinados juegos en los que sabías que podrías avanzar y estar jugando algún tiempo. Pero no ibas sólo a jugar... podías pasar horas viendo jugar al maestro de turno. Porque había gente (normalmente, "los mayores") que dominaba juegos increíbles. Por ejemplo, a mí me encantaba ver jugar shooters (matamarcianos, vamos), pero yo no jugaba nunca, porque normalmente duraba un minuto jugando.
Entre esas máquinas "objetivo" que sí jugaba, tengo recuerdos muy buenos de algunas:
- Roadblasters: Una especie de clon de Out Run, de Atari, con armas. En lugar de tiempo tenías combustible que se gastaba, y tenías que ir recogiendo bidones. Salió en 1987, y la máquina tenía un volante futurista y pedal de acelerador y freno... y no había nada ni parecido en ningún sistema doméstico. Jugaba de vex en cuando una partida al salir del colegio, antes de ir a casa.
- Final Fight: Gloriosa recreativa. No recuerdo llegar nunca muy lejos... pero daba igual. Siempre jugué a dobles.
- Golden Axe: Jugar a dobles era un vicio, aunque no recuerdo llegar más allá del águila.
- Street Fighter 2: Los vicios fueron históricos. Creo que es de los pocos arcades que llegué a pasarme en su día. Echábamos una moneda jugando a un jugador, y cuando veíamos que el que jugaba estaba a punto de perder echábamos otra y le dábamos al start con el segundo jugador: "Here comes a new challenger". Jugábamos ese combate a dobles y el ganador seguía progresando en el modo 1P hasta que ocurriera lo mismo o se pasara la máquina. Horas y horas, porque aparte de ser grandioso el dinero daba para jugar mucho rato, y el hecho de hacer la partida "compartida" y competitiva a la vez le daba un plus.
- Art of Fighting: Ver eso en un arcade era como ver tecnología alienígena.
- Mortal Kombat: Jugábamos con el mecanismo "Street Fighter". Hacerle un fatality a un colega no tenía precio.
- Daytona USA: Sega tubo muchas máquinas de carreras, pero Daytona a cuatro o más jugadores era sencillamente la gloria.
Y muchas más: Out Run, The Simpsons, Captain Commando, Virtua Racing... tantas que no recuerdo.
Recuerdos tengo tantísimos que me pondría a escribir y no pararía. Creo que todos recordáis a la fauna de arcade... el pesado del "¿te lo paso yo?", el chupón que no soltaba la máquina, el gorrón de "¿me dejas una moneda?"... Muchos, muchos recuerdos.
Recuerdo ir a los recreativos asiduamente hasta mediados de los 90. A partir de ahí empezaron a cambiar mis gustos en videojuegos, como creo que le pasó a mucha gente en los 32 bits, y dejé poco a poco de ir. Así que un buen día me di cuenta de que ya no había a dónde ir...